La producción, la distribución y el consumo de energía son los principales responsables de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial. Según el Informe de Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático, y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de GEI.

En la siguiente figura se presenta la participación de las distintas actividades en las emisiones de GEI. (Fuente: Gobernanza para lograr una Transición Energética Justa en Argentina).

En particular, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) representan el 80% de las emisiones de GEI en todo el mundo. Según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones de CO2 a nivel mundial relacionadas con la energía aumentaron un 1,6% en 2019, alcanzando un total de 33,1 Giga toneladas.

Para el sector energético, el desafío de llevar a cero las emisiones de GEI es especialmente dificultoso, y como prueba de esto se puede analizar el periodo de pandemia. En este sentido, en el año 2020, la acumulación de GEI en la atmósfera continuó a pesar de las medidas de confinamiento que redujeron las emisiones de ese año respecto al año anterior, como se aprecia en la siguiente figura. (Fuente: Boletín Energético de la CNEA N° 48).

Aunque las emisiones diarias de CO2 habrían disminuido hasta en un 17% por un corto plazo debido a las restricciones en las actividades económicas y medidas de confinamiento producto de la pandemia, esto representó una variación mínima en las concentraciones de GEI.

Además, la AIE estima que el consumo de energía a nivel mundial aumentará en un 25% para el año 2040, lo que supondrá un mayor aumento en las emisiones de GEI si no se adoptan medidas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

Las actividades relacionadas con la energía incluyen otras actividades, como el transporte de personas y carga, la generación de energía eléctrica y los usos energéticos en la industria, entre otros. En función del Inventario de Gases de Efecto Invernadero del año 2019 de Argentina, la generación de energía eléctrica aportó el 13,1% del total de emisiones de GEI.

En conclusión, las actividades en energía tienen un impacto significativo en el calentamiento global, y se requiere un cambio en la manera en que se produce y se hace uso de la energía, con el fin de reducir las emisiones de GEI, en donde la energía nuclear tiene un lugar relevante.