A los fines de asegurar que las tareas se realicen conforme a lo establecido en los manuales de mantenimiento, “es necesario que las organizaciones de mantenimiento aprobadas cuenten con un sistema de gestión de calidad que supervise sus tareas y que sea efectivo y eficiente”, expresa un Informe de Seguridad publicado recientemente por la JIAAC.

En él se pide a los talleres que adopten “las medidas y cambios necesarios para asegurar que los procedimientos de inspecciones y controles de mantenimiento se lleven a cabo de acuerdo a las pautas de control de calidad”.

A través de la RSO Nº 1625 se recomendó puntualmente al TAR 1B-344 que inicie una “revisión de amplio alcance y profundidad del sistema de gestión de la calidad de las tareas de mantenimiento”, a raíz del accidente que experimentó la aeronave matrícula LV-CEF, el día 11 de febrero de 2015 (ver más abajo).

En ese sentido, en la RSO 1626 se insta a la ANAC a realizar inspecciones a los TAR involucrados “a los efectos de verificar que se haya realizado una revisión de amplio alcance, adoptando todas las medidas y cambios necesarios para asegurar que los procedimientos de inspecciones o control de calidad en el mantenimiento se lleven de acuerdo a lo establecido por las normas y métodos recomendados”.

El suceso investigado tuvo como protagonista a un avión Piper PA-36375 que despegó desde el Lugar Apto Denunciado (LAD) 5082 de Villa Valeria (Pcia. de Córdoba) para realizar tareas de aeroaplicación.

De acuerdo a la reseña del hecho, catalogado como Fallo o Mal Funcionamiento del grupo motor (SCF-PP) el avión sufrió una repentina disminución de potencia luego de un vuelo de unos diez minutos, próximo al campo de trabajo.

El piloto accionó el comando de potencia al máximo pero la falla persistió, por lo que se dispuso a efectuar la aproximación y aterrizaje de emergencia en un campo no preparado que tenía al frente.