Presidencia de la Nación

“Es un orgullo representar a mi país en una misión de paz”

Esta es la historia del mayor Juan Manuel Zárate, el jefe de Desarme, Desmovilización y Reinserción en la Misión Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana (MINUSCA)

Desde enero de 2023, el mayor Juan Manuel Zárate se desempeña como jefe de Desarme, Desmovilización y Reinserción en la Misión Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en la República Centroafricana (MINUSCA).

Los preparativos

Además de cumplir con las capacitaciones propias de su jerarquía, el mayor también se especializó en misiones de paz realizando una serie de cursos que le abrieron la puerta a diversas experiencias: “dentro de esos cursos es fundamental el idioma inglés, también estudié francés que es un requisito de esta misión porque este es un país anglo-parlante, es una excolonia francesa”.

“Existen otros cursos que se dictan en el CAECOPAZ en Campo de Mayo con diferentes temáticas, por ejemplo, apoyo a la población civil, observador militar y en el caso mío hice el curso de especialización en DDR, el curso de Observador Militar en Guatemala y luego pude desplegar en la primer misión en Colombia en el año 2017”, declaró el oficial.

La experiencia colombiana

Asimismo, el curso de observador militar lo realizó en la selva de Guatemala, en el límite con México “con lo cual era un ambiente típico de selva, con muchos animales salvajes, humedad extrema y calor. Ese curso me sirvió para adaptarme a la misión en Colombia, que consistía en 26 campamentos distribuidos en todo el país donde estuve un año realizando tareas de desarme, movilización y reinserción de las guerrilllas”.

“Se trató de una misión muy particular. Argentina la lideraba, había un general de Ejército a cargo de todo el componente militar y de la FAA habían desplegado unos 10 hombres de diferentes jerarquías. Fue mi primera experiencia como observador militar”, manifestó Zárate.

“En una primera parte de la misión teníamos que desarmar a las FARC que se estaban rindiendo y habían firmado un tratado de paz para reintegrarse a la vida civil”, explicó el mayor y agregó: “Luego de esta experiencia fui jefe de Desarme de Movilización y Reinserción dentro de un Estado Mayor donde se planificaron misiones para ingresar a ciertos puntos de la selva donde había escondites de armas que tenía la guerrilla que muchas veces tenían explosivos a su alrededor. Por tal motivo, se trabajó bastante con equipos antiexplosivos”.

“Posterior a esa misión, se abrió una nueva en la cual el mandato incluía supervisar un cese al fuego temporario que había declarado la otra guerrilla, que era el Ejército de Liberación Nacional, habían declarado un alto al fuego, su idea era explorar unas tratativas de paz para un futuro acuerdo, con lo cual la ONU se comprometía a ser garante. Con esto terminé mi tarea en la misión de las Naciones Unidas en Colombia”, declaró el oficial.

Su designación en la MINUSCA

La experiencia adquirida en Colombia le abrió las puertas a un nuevo desafío: “Tuve la suerte de ser designado por el titular de la Fuerza Aérea Argentina para integrarme en el contingente de la MINUSCA. Es una misión relativamente nueva para la Argentina y yo sería el cuarto relevo de la misión”.

“Se requería un hombre para el cargo de jefe de Desarme, Desmovilización y Reinserción con experiencia previa en otra misión, porque tenía que desempeñarse como oficial del Estado Mayor para planificar todas las actividades de desarme dentro de la República Centroafricana y fui seleccionado para desplegar a principios de año en el mes de enero”, explicó el oficial.

“Formar parte de una misión de paz es un orgullo, porque uno se convierte en una especie de embajador del país, en esta misión en particular somos 2 militares argentinos y soy el único de la Fuerza Aérea Argentina, con lo cual es una responsabilidad muy grande”, manifestó Zárate.

Las particularidades de la Misión

En la actualidad, la MINUSCA es la única misión bajo el Capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas en las que participa Argentina, es decir, que se trata de una misión de imposición de la paz.

“El país no está pacificado del todo, con lo cual las Naciones Unidas deben hacer lo necesario para que los diferentes grupos armados que se encuentran combatiendo, generando inestabilidad, traten de deponer su actitud”, aclaró el mayor y agregó: “acá aún se sigue combatiendo, a diferencia de otras misiones que son de mantenimiento de la paz, donde los grupos armados firmaron un acuerdo con el gobierno y la situación está estable”.

“Los grupos armados continúan combatiendo en contra del gobierno y principalmente comentiendo atrocidades, violando derechos humanos, por eso el mandato fundamental de la MINUSCA es la protección de civiles”, comentó.

“Se trata de un conflicto de larga data, el país atravesó 2 guerras civiles, es una ex colonia francesa, así que también tuvo su lucha por la independencia y actualmente existen un sin número de grupos armados que se encuentran combatiendo con diferentes objetivos”, dijo el oficial y continuó: “hay grupos que tienen extracción religiosa, que buscan someter a otra facción de otra religión, también existen grupos que son bandas criminales que se dedican al saqueo de las diferentes aldeas que existen en el interior de la selva; grupos que se dedican al contrabando; otros buscan dominar una zona importante de extracción de minas de oro, diamante y uranio”.

A este complejo contexto se sumó la guerra civil en la República de Sudán, un factor que promueve el desplazamiento de civiles que huyen del conflicto y cruzan la frontera buscando refugio: “actualmente tenemos entre 14 mil y 18 mil refugiados y eso nos genera un colapso de recursos en las zonas fronterizas y la MINUSCA les brinda asistencia médica, alimento y agua, que es lo que escasea en esta parte del país”.

Asimismo, en la República del Chad se registró la presencia de un grupo armado que intenta derrocar al gobierno del país, “con lo cual realizan ataques y luego cruzan la frontera para refugiarse en la República Centroafricana. Este es otro problema porque suelen cometer abusos a los derechos humanos en diferentes aldeas y realizan saqueos para subsistir de este lado de la frontera con el objetivo de organizarse y generar un nuevo ataque”.

“Se trata de una situación muy compleja con muchos actores involucrados con diferentes objetivos, pero siempre en el medio está la población civil que es la que sufre este movimiento de grupos armados y luchas, por eso es tan importante la presencia de la MINUSCA, para proteger a estos civiles de toda la cantidad de grupos armados”, compartió el oficial.

Desarme, desmovilización y reinserción

“Actualmente tenemos 14 grupos armados que han firmado un acuerdo de paz con el gobierno”, declaró el mayor y agregó: “por ende, se diseñó todo un proceso para desarmar a esos combatientes y luego desmovilizarlos, que es tratar de convertir a un combatiente que viene de la clandestinidad en un ciudadano útil para la sociedad. En este proceso intervienen diferentes agencias del gobierno para darle nuevamente su documento nacional de identidad, se los registra y se le da una serie de oportunidades, entre ellas la escuela de oficios”.

“Los ex combatientes que no tienen estudios pueden elegir por terminarlos. Para quienes finalizan la escuela de oficios el gobierno les da un kit inicial de herramientas para que puedan desarrollar su actividad, y de esa manera empieza el proceso de reinserción en el cual inician su actividad económica”, afirmó el oficial.

Asimismo, explica que muchos de los combatientes son reclutados de manera forzosa para formar parte de una guerrilla o un grupo armado: “cuando estos grupos asaltan una aldea suelen llevarse a hombres y niños bajo amenaza de muerte. Son personas a las que se les interrumpen el ciclo de su vida normal, que tenían sueños y proyectos, y de golpe todo eso se pausa. Uno ve la alegría que tienen cuando dejan las armas y comienzan a emprender su proyecto propio y, en especial, se reencuentran con sus familias que en algunos casos han pasado años sin verlas”.

Durante la etapa de desarme, el personal de la MINUSCA se dirige  a los diferentes puntos de desmovilización, que por lo general se encuentran en el interior de la selva donde operan estos grupos armados.

“Allí tomamos contacto con las armas que entregan los guerrilleros y las trasladamos de forma temporal a un depósito especial donde son registradas y se avanza a la disposición final, que puede ser destruir el arma, sacándola de circulación definitivamente para que no pueda ser usada por otro grupo armado. También entregan explosivos que se detonan en un lugar especial, no se pueden almacenar por una cuestión de seguridad”, comentó Zárate.

Con respecto a la función que cumple como jefe de Desarme, Desmovilización y Reinserción también brinda asesoramiento al comandante del Sector al cual fue asignado sobre qué grupos armados se podrían desarmar, en qué sectores, cómo se podría realizar la operación y si requiere algún tipo de apoyo en especial.

En este sentido, el personal de la Fuerza Aérea Argentina afirma que se utilizan Sistemas Aéreos Remotamente Piloteados para acceder a zonas en las cuales estos grupos se encuentran combatiendo. De esta forma se ejecutan tareas de exploración y reconocimiento para poder analizar la situación de manera segura, identificando también las necesidades de las poblaciones vulnerables.

“Hay estrés porque hay combates reales, hay heridos en la misión, tenemos bajas, el clima también es bastante adverso, la selva también tiene sus particularidades porque es un entorno muy hostil donde hay animales venenosos y explosivos enterrados. Somos testigos de un conflicto moderno, lo vemos cara a cara todo el tiempo. No hay horarios, trabajamos todos los días, en ocasiones recibimos reportes durante la madrugada que están atacando determinadas aldeas y que hay que enviar refuerzos. A esto se le agrega la adrenalina de lo que implica el asesoramiento al comandante, esto no es un ejercicio, hay vidas en juego”, confesó el oficial.

La Bandera Argentina en la MINUSCA

El mayor Zárate explica que en el Cuartel General de la Misión existe una serie de mástiles donde cada país deja su huella en este inmenso esfuerzo por contribuir con el mandato de la ONU.

“Cada país pone su bandera y hay muchísimas, hay como 30 países, pero nunca hubo una bandera argentina. Con un camarada mío de Ejército estuvimos realizando gestiones, y con otro personal de la FAA que estuvo el año pasado. El inició los expedientes para solicitar una bandera, la conseguimos y por primera vez en la misión logramos izarla en la Plaza de las Naciones”, comentó el representante de la Institución y agregó: “Para nosotros fue un hecho muy importante que significó todo un hito”.

En enero de 2024, el destacado oficial finalizará su etapa en la MINUSCA, sirviendo de ejemplo para las futuras generaciones de integrantes de la Fuerza que comparten su misma vocación de servicio y sacrificio.

“Para el ciudadano que quiera formar parte de la FAA, mi consejo es que los sueños se pueden cumplir, obviamente con mucho esfuerzo y dedicación. Las misiones de paz son una experiencia única, cada acción que uno hace, no importa el cargo que ocupe, le está cambiando la vida a alguien”, manifestó el oficial.

Por último concluyó: “Durante mi carrera militar viví cosas increíbles. Puedo decir que los sueños de aquel niño que iba a ver los desfiles del Día de la Bandera se han cumplido”.

Créditos: Por Lic. Florencia Sosa / Fotos: Gentileza del My. Juan Zárate
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