Condecoraciones en el Día de la Aviación de Transporte Militar y del Tripulante de Transporte Aéreo
En la IX Brigada Aérea se entregaron condecoraciones a veteranos de Guerra de Malvinas de la especialidad y se condecoró a las banderas de la I Brigada Aérea y del Grupo de Operaciones Especiales por la Operación Regreso Seguro
El día 4 de octubre, en IX Brigada Aérea, Comodoro Rivadavia se llevó a cabo la ceremonia con motivo de conmemorar el Día de la Aviación de Transporte Militar y el Día del Tripulante de Transporte Aéreo, asimismo se llevó a cabo la condecoración de la Bandera de Guerra de la I Brigada Aérea y del Grupo de Operaciones Especiales por su participación en la Operación Regreso Seguro.
El evento estuvo presidido por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Fernando Luis Mengo acompañado por el ex titular de la Institución, brigadier general “VGM” Mario Miguel Callejo; destacadas autoridades de la Fuerza; personal militar y civil de la IX Brigada Aérea; veteranos de Guerra de Malvinas, familiares e invitados especiales.
El Día de la Aviación de Transporte Militar fue instituido en el año 2004 por el entonces jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina como el Día de San Miguel Arcángel, patrono de la aviación de transporte.
Durante su historia, esta especialidad demostró un gran compromiso con la Institución y con la Patria, debido a la contribución y servicio prestado durante el Conflicto del Atlántico Sur y en tiempos de paz, brindando apoyo logístico y humanitario, como así también realizando vuelos de reabastecimiento, exploración y reconocimiento.
La ceremonia comenzó con las estrofas del Himno Nacional Argentino seguida de una invocación religiosa por parte del capellán de la Unidad.
Reconocimientos a los protagonistas de la Gesta de Malvinas
Luego, se hizo entrega de las condecoraciones al personal militar del Sistema de Armas Fokker F-27, matricula TC-72, perteneciente al Grupo 9 de Transporte Aéreo de la IX Brigada Aérea, que participó el día 5 de mayo de 1982 de la Operación de apoyo y rescate de heridos del Buque Alférez Sobral, con la medalla “Honor al Valor en Combate”.
Entre ellos se encontraban los comodoros “VGM” (R) Dante Besaccia y Fernando Luna; los suboficiales mayores “VGM” (R) Omar Domínguez y Jorge Soza junto al suboficial auxiliar “VGM” (R) Toribio Palacios.
Asimismo, se hizo entrega de medallas, al personal militar del Sistema de Armas C-130 Hercules, matricula TC-66 indicativo LANZA perteneciente en al Escuadrón I del Grupo 1 de Transporte Aéreo, que participó en día 12 de junio de 1982 cumpliendo misiones de abastecimiento aéreo y evacuación de heridos.
En esta oportunidad, recibieron la medalla de “Honor al Valor en Combate” los comodoros “VGM” (R) Adolfo Martínez y Adrián Speranza; el suboficial mayor “VGM” (R) Ricardo Bressan y el suboficial principal “VGM” (R) Ramon Pajon.
Además, el comodoro “VGM” Rubén Cabanillas fue condecorado de manera post mortem con la medalla “Malvinas Liderazgo en Combate”.
Seguidamente, se condecoró al personal de la Compañía de Defensa y Servicios de la IX Brigada Aérea desplegada en Malvinas entre el 2 de abril y 20 de junio de 1982 en los que se encuentran dos de los 55 Héroes caídos en el conflicto los cabos (PM) Guillermo García y Héctor Bordón con la medalla “Honor al Valor en Combate”.
Asimismo, se condecoró con la medalla “Malvinas al Liderazgo en Combate” al comodoro “VGM” (R) Domingo Aguerre, en cuanto a los condecorados con la medalla “Honor al Valor en Combate” se encuentran los suboficiales mayores “VGM” (R) Adrián Larrahona y Jorge Viñolo; el suboficial auxiliar “VGM” (R) Daniel Villena; el ex cabo “VGM” Jorge Morales; y a los soldados clase 63 Pablo Reyes, Heraldo Cenas, Héctor Coppa, Horacio Zarza, Adolfo Toledo y Osvaldo Olguin.
De manera post mortem se condecoró al vicecomodoro “VGM” Eduardo Luppo con la medalla “Malvinas Liderazgo en Combate” y con la medalla al “Honor al Valor en Combate” a los suboficiales principales “VGM” Rodolfo Schmal y Hugo Brizuela, como así también al suboficial ayudante “VGM” Pedro Rodríguez.
Condecoraciones por la Operación Regreso Seguro
Durante la ceremonia también se condecoró a la Bandera de Guerra de la I Brigada Aérea por la destacada participación de sus Escuadrones I (C-130) y IX (B-737 NG), como así también a la Bandera del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), Unidad alojada en la VII Brigada Aérea por su participación en la Operación Regreso Seguro, la cual consistió en la evacuación de ciudadanos argentinos varados en Israel.
Dicha operación fue realizada en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En ambos casos las banderas obtuvieron la condecoración con la “Orden Distinción al Mérito Aeronáutico”, en el grado de “Honorable Caballero del Aire”, reconociendo el profesionalismo incondicional y el espíritu de sacrificio de su personal.
Recordar la Gesta
Seguidamente, el comodoro “VGM” Domingo Aguerre, quien integró la Compañía de Defensa y Servicios de la IX Brigada Aérea durante el Conflicto del Atlántico Sur hizo uso de la palabra, explicando que la Gesta de Malvinas “se constituyó en un acto de soberanía puro y, como consecuencia de ello, en un capítulo de nuestra historia, que aún no termina de escribirse”.
Al respecto, declaró que se trató de la primera unidad compuesta por fuerzas regulares de la Fuerza Aérea integrada por oficiales, suboficiales y soldados conscriptos de 18 años pertenecientes a la clase 1963 que arribaron a las islas.
En su discurso, recordó cómo entregó su vida por la Patria uno de los 55 Héroes, el cabo (PM) Héctor Ramón Bordón: “El 1° de mayo, encontrándose en el lugar inicial cercano a la torre de vuelo, recibe el Bautismo de Fuego en la zona de operaciones en la cual estaba emplazado su vivac, cerca de la pista del aeródromo, por parte de un bombardero Vulcan, que arrojó sobre la Base 17 bombas de 400 kg, dejando como saldo el primer soldado de la Compañía muerto en combate, el soldado clase 63 Bordón Héctor Ramón y 6 heridos”.
“Los soldados Coppa, Cenas, Reyes y Zarza fueron evacuados posteriormente al continente mientras que los soldados Olguín y Toledo, a pesar de sus heridas, se negaron a ser desplegados y volvieron a sus puestos de combate”, comentó el oficial.
Asimismo, declaró que el personal de la Compañía operaba durante las alertas rojas, concluyendo con los bombardeos, realizando cráteres que simulaban el impacto de bombas.
Además, describió a los integrantes de la Compañía, cuyo denominador se caracterizaba por su valentía, audacia, disciplina y solidaridad, rasgo que los identifica hasta el día de hoy.
Por último, agradeció a los familiares del personal que integró esta Unidad, a la Comisión BANIM y a la Fuerza Aérea Argentina.
Seguidamente, el comodoro “VGM” Adrián Speranza, uno de los tripulantes de C-130 condecorados por su participación en el Conflicto del Atlántico Sur, pronunció palabras alusivas en las cuales recordó el día en que el 2 de abril de 1982 integró la tripulación del C-130 Litro 3 que arribó a las islas Malvinas.
“Una tripulación de transporte tiene similitudes con una orquesta, cada uno de sus integrantes toca un instrumento y la batuta le corresponde al comandante de la aeronave, en nuestro caso fue el vicecomodoro Rubén Horacio Cabanillas, con profundo pesar lamento que ya no esté entre nosotros”, declaró el oficial.
“Su profesionalismo, sentido del deber y solidaridad hicieron que algunos de sus tripulantes nos encontremos aquí para recibir la distinción otorgada, gracias a las virtudes mencionadas, el vuelo del LANZA permitió la evacuación y posterior tratamiento de 45 heridos y de personal artilleros y pilotos que de otra forma hubieran visto comprometidas sus vidas y su libertad”, continuó el veterano de Guerra de Malvinas.
“Creo conveniente citar que en las misiones asignadas al C-130 participaron 4 oficiales superiores, 35 jefes y 15 subalternos, 47 suboficiales superiores y 23 subalternos, la edad promedio de los oficiales superaba ligeramente los 40 años”, afirmó el comodoro Speranza y agregó: “Lo que acabo de mencionar implica que los riesgos asumidos no eran producto de un ímpetu juvenil sino de un nivel profesional reconocido mundialmente antes, durante y después del Conflicto”.
Por último, concluyó: “Quiero destacar, sin falsa modestia, que no nos consideramos héroes, solo éramos militares profesionales, debidamente adiestrados y fundamentalmente conscientes del valor del juramento de servir a la Patria hasta perder la vida”.
El legado malvinero, el antecedente de la Fuerza Aérea del Siglo XXI
A su vez el jefe de la Institución, brigadier general Fernando Luis Mengo, finalizó con un discurso en el cual destacó que “no es una ceremonia más. Para la Fuerza Aérea Argentina, aquellos que trazaron un legado grabado en el bronce y en la gloria están presentes”.
“Con su comportamiento y vocación que demostraron en aquellos días alimentan nuestro espíritu con la llama que necesitamos para que en aquellos momentos difíciles recordemos quienes fueron y quienes son para sobrellevar esas situaciones, nos fortalezcamos y nunca nos quebremos”, afirmó.
Posteriormente, repasó la historia del personal perteneciente a los Sistemas de Armas de transporte condecorados en la ceremonia: “Hoy recordamos varias acciones, las de los dos aviones de transporte, el C-130 y el F-27, dos operaciones totalmente diferentes demostrándonos que podían cubrir todo lo que la Fuerza Aérea Sur les requerían, nunca dudaron, pudieron haber tenido miedo, pero supieron enfrentarlo y cumplir con su deber. No importaba lo que les ordenaban, el cumplimiento de la misión por encima de todo, eso es la diferencia y el valor agregado que tiene la Fuerza Aérea Argentina”.
“En lo que respecta a la Compañía, la Fuerza Aérea no los olvidó, siempre los tuvimos presentes, hoy lo manifestamos públicamente para entregarles este reconocimiento que era tan necesario para decirles gracias por todos lo que hicieron”, declaró y agregó: “Su tarea fue mucho más compleja que hacer custodia, hicieron de todo, desde el primero al último día”.
En relación a la condecoración por la Operación Regreso Seguro el titular de la Institución relató a los veteranos de Guerra de Malvinas cómo se llevó a cabo el primer vuelo de C-130: “Esa misión fue muy compleja para los tiempos de paz, la tripulación voló muchísimo más allá de lo que tenía que volar y, como siempre, y ustedes lo saben bien, lo complicado es al final. Estaban muy cansados, pero tuvieron que aterrizar en el aeropuerto de Israel bajo ataque, bajo situación de alerta total cuando ya su cuerpo no respondía, esa voluntad tallada y modelada por hombres como ustedes, afloraron los genes de los guerreros alados”.
“Y realmente pudieron cumplir con la primera misión luego de 1 día de haber despegado de la República Argentina, despegaron y aterrizaron en Italia, pero como no todo termina ahí en menos de 12 horas volvieron a salir y volvieron a aterrizar nuevamente en Israel, por eso creo que como conductores y como titulares y presente de la Fuerza Aérea, esas cosas solamente se pueden realizar cuando hay trayectoria y ejemplos que nos han formado como son ustedes”, confesó y agregó: “Por eso quiero rescatar lo que significa un legado, un legado de gloria, un legado de guerreros, aquellos que cuando fueron llamados supieron cumplir y quienes en tiempo de paz tuvieron también esa oportunidad”.
“Como jefe de la Fuerza Aérea, en ese momento como comandante era un orgullo saber la tarea que realizaron esos dos escuadrones de transporte y el Grupo de Operaciones Especiales”, explicó el brigadier general.
Por último, reflexionó acerca de la importancia de la aviación de transporte y del trabajo en equipo: “La Fuerza Aérea somos todos, si falta uno no existe esa Institución que necesitamos”.
“Somos una Fuerza Aérea que tenemos un legado, tenemos trayectoria, por sobre todas las cosas tenemos un futuro que es alentador y necesitamos del esfuerzo de todos, los que están y los que estuvieron porque todos juntos debemos colocar a la Fuerza Aérea en el Siglo XXI”, comentó el titular de la Institución y concluyó: “Los desafíos que tenemos en la aviación de transporte como en la aviación de caza y en la de helicópteros y el resto de las especialidades, necesita y requiere de nuestro trabajo, y debemos hacer ese esfuerzo en honor a lo que es la Fuerza Aérea Argentina, somos todos, no hay diferencia”.
Para cerrar esta ceremonia inolvidable, los presentes se acercaron al Escuadrón Tropa de la Unidad para descubrir una placa que inmortaliza los nombres de la Primera Compañía de Tropa desplegada a las Islas Malvinas perteneciente a la IX Brigada Aérea, rindiendo honores una vez más al legado alado de la Gesta Heroica.