Chivilcoy (Buenos Aires)- Regulada por las diferentes normativas que hacen a la seguridad alimentaria en la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), controla y fiscaliza cada uno de los eslabones que componen la cadena de producción de alimentos, con el fin primordial de asegurar que sean aptos e inocuos para el consumo humano.

Uno de estos eslabones lo conforma el traslado de la mercadería desde su zona de producción (campos, frigoríficos, etc.) hasta las diferentes bocas de expendio. De este modo, con presencia sorpresiva y aleatoria en distintos puntos estratégicos de circulación (rutas, accesos, peajes), agentes especializados del Senasa, en jurisdicción del Centro Regional Buenos Aires Norte, controlan la carga, solicitando tanto la documentación sanitaria respaldatoria de la mercadería transportada como la habilitación del vehículo.

En esta oportunidad, durante los meses de agosto, septiembre y octubre, se realizaron 48 controles en el tramo que conecta las localidades bonaerenses de Zárate y Sán Nicolás, a lo largo del corredor de la ruta nacional 9.

En tal sentido, se inspeccionaron 1.188 transportes, labrándose un total de 39 actas de constatación, al detectarse infracciones como: credencial apócrifa, habilitación vencida del transporte, falta de los documentos de Tránsito Vegetal (DTV) y Electrónico (DT-e), Libreta Sanitaria Equina e incumplimientos de las exigencias técnicas-sanitarias en acoplado con bovinos y cerdos en pie.

En estos controles además se inspecciona el sistema de frio de los vehículos y las características de la caja con sustancias alimenticias y acoplados con animales en pie, corroborando el cumplimiento de la normativa de bienestar animal, en lo que respecta a, por ejemplo, la correcta ubicación de las aberturas de ventilación en los laterales del transporte.

En determinadas ocasiones y ante el resultado de las inspecciones, se decomisó y destruyó la mercadería (carne de cerdo y de bovino, quesos, mozzarella, embutidos y chacinados, etc.), por ser transportados sin cumplir con las exigencias sanitarias manifestadas en el Decreto 4238/68 del Poder Ejecutivo Nacional y el Código Alimentario Argentino, con el fin principal de preservar la salud de los consumidores.

Estos controles son realizados por el Senasa, con la colaboración de la Policía de Seguridad Vial, Gendarmería Nacional y el Comando de Patrulla Rural propia de cada municipio.

El Senasa realiza estos operativos en ruta para acompañar y concientizar a productores, tenedores, transportistas, comerciantes y consumidores, sobre la importancia de la trazabilidad de los productos, trabajando en resguardo de la sanidad animal y vegetal y la inocuidad de los agroalimentos que día a día llegan a la mesa de los argentinos y el Mundo.