Tres mujeres representando a la Fuerza Aérea en la Base Antártica Orcadas
La suboficial auxiliar Yanina Flores Marín (encargada de Medio Ambiente) junto con las cabos principales Jessica Guggisberg (enfermera) y Jessica Tripicchio (jefa de Estación Meteorológica) cumplen funciones en la base más antigua del continente blanco
En el marco del Día de la Mujer, la Fuerza Aérea Argentina reconoce la importante labor que lleva a cabo el personal femenino a lo largo y a lo ancho del país.
Esta es la historia de la suboficial auxiliar Yanina Flores Marín que junto con las cabos principales Jessica Guggisberg (enfermera) y Jessica Tripicchio representan a la Institución en la Base Antártica Orcadas.
El cuidado del medio ambiente y la preservación de la historia
La suboficial auxiliar Flores Marín, se desempeña como encargada ambiental y encargada de sitios y monumentos históricos antárticos (SMH). Al respecto comenta: “Mi función es planificar, organizar y adiestrar a los integrantes de la Base Antártica Orcadas sobre la protección del medio ambiente”.
“Mi responsabilidad primaria es la de cumplir con todas las normas, cuidados necesarios en la realización de cualquier maniobra que se realice en la Base, cuya finalidad es la prevención de un siniestro (como por ejemplo, el derrame de hidrocarburos”, explica la suboficial y agrega: “por otra parte, también me ocupo de la eliminación y tratamiento de residuos”.
En este sentido, indica que “el cuidado del medio ambiente debe estar presente en toda actividad. Es muy importante evitar cualquier tipo de contaminación ambiental y trabajar con las recomendaciones necesarias sobre las medidas de prevención”.
En lo que respecta a sus funciones como encargada de Sitios y Monumentos Históricos Antárticos, sus labores se centran en preservar el Museo Omond House (1903), la Casa Moneta (1905), la Casa Pampa (1943) y el cementerio que se encuentra ubicado en la Bahía Uruguay Norte.
“Es difícil que exista un día normal en la Base, es complejo planificar las tareas dado que las condiciones meteorológicas son muy cambiantes, y las actividades son planificadas con anticipación pero distribuidas en la mañana de cada día”, explicó Flores Marín y agregó: “Si hay buen tiempo trabajamos al aire libre en conjunto con los especialistas, en caso contrario se procura trabajar bajo techo. Con frecuencia salimos con la patrulla, el personal de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y Guardaparques Nacionales para brindar apoyo a la tarea científica”.
La sanidad en el continente blanco
Por su parte, la cabo principal Jessica Guggisberg cumple funciones como enfermera brindando apoyo sanitario en la Base: “mi cargo es encargada de Sanidad. Las tareas que cumplo son amplias, más allá de mi especialidad, que es el control de la salud de la dotación y la prevención de accidentes para así evitar los traumatismos que puedan ocurrir”.
“También se da apoyo a la patrulla cuando sale y se queda en alerta a esas actividades. También doy apoyo al resto de las actividades con sus respectivos especialistas, el trabajo en equipo es lo más visible aquí”, explica Guggisberg.
La Antártida: la meca del meteorólogo
En el continente blanco también ejerce funciones la cabo principal Jessica Tripicchio, jefa de la Estación Meteorológica: “Cumplo funciones principalmente de observador meteorológico de superficie, también observador de hielo marino y como fotógrafa de la Base”.
“Un día normal para mí arranca a las 6 de la mañana realizando las observaciones meteorológicas cada 3 horas, se toman los parámetros de viento, temperatura, presión, nubosidad y fenómenos meteorológicos, entre otros”, comenta la cabo principal y agrega: “En los momentos libres hago las tareas generales de la Base”.
Orgullo de pertenecer
En lo que respecta a la carrera militar y los desafíos que presenta ser parte de la Institución, la encargada de Medio Ambiente declara: “La Fuerza Aérea cuenta con un gran abanico de posibilidades para prosperar, ya que tiene una amplia variedad de especialidades a elegir dentro de los diferentes cuadros y escalafones”.
“Es un orgullo poder representar a la Fuerza Aérea en el continente blanco, si bien ahora las dotaciones están compuestas por personal de las tres Fuerzas Armadas, no dejo de ser ‘un alita’, como nos llaman todos, es hermoso escucharlo, espero poder concretar la campaña cumpliendo todos mis objetivos”, comenta la suboficial auxiliar Flores Marín.
Este sentimiento de profundo orgullo también es compartido por las cabos principales de la Fuerza, quienes se encuentran haciendo Patria en una de las bases más antigua del continente blanco, con 120 años de presencia antártica.
Al respecto, la cabo principal Jessica Guggisberg manifiesta que “pisar la base fue un encontronazo de emociones, es un honor y un orgullo estar acá, soy la primera enfermera de la Fuerza Aérea que inverna en esta Base, ya que antes era una Base Naval. Pienso dar lo mejor de mí y más”.
Por último, concluye, “ingresar a la Institución te abre las puertas a un montón de oportunidades”.