"Giro, Alta y Antena y Distancia: Estas son las cuatro palabras de la jerga del mundo radar que involucran todo su Universo"
Fue una de las frases del discurso del brigadier “VGM” (R) Guillermo Saravia en la ceremonia por el Día de la Especialidad de Vigilancia y Control Aeroespacial, y el 41° Aniversario del ataque al Radar VyCA Malvinas
En horas del mediodía del 31 de mayo se realizó en la Base Aérea Militar (BAM) Merlo una ceremonia conmemorativa con motivo del Día de la especialidad de Vigilancia y Control Aeroespacial, y el 41° Aniversario del ataque al Radar VYCA Malvinas.
El evento fue presidido por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Julián Isaac quien estuvo acompañado por el comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier mayor Fernando Mengo y por el jefe de la Base Aérea Militar Merlo, comodoro Emilio Almirón. También asistieron altas autoridades de la Institución; representantes municipales, de las Fuerzas de Armadas y de Seguridad; personal militar y civil de la Unidad; veteranos de Guerra de Malvinas e invitados especiales.
Luego, unidos en un solo canto patriótico, todos los presentes entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretado por la Banda Militar de Música “Jorge Newbery”. A continuación, el capellán castrense, presbítero Hugo Vargas, hizo una invocación religiosa y seguidamente se leyó la resolución otorgando la condecoración “Orden Héroes de Malvinas”.
Reconocimiento al Valor en Combate y al Liderazgo
Durante el acto se otorgaron condecoraciones al personal destacado que demostró liderazgo, valentía y esfuerzo en combate, manteniendo viva la llama votiva en homenaje a aquellos que sacrificaron sus vidas por la Patria. La Fuerza Aérea Argentina, a través de una Resolución, reconoce la valiosa contribución de estos valientes guerreros alados.
El comodoro "VGM" (R) Miguel Ángel Silva fue condecorado con la "Orden Héroes de Malvinas" y se le otorgó el grado de "Medalla al Liderazgo en Combate" debido a su destacada condición y su desempeño como jefe del Escuadrón Vigilancia y Control Aéreo en Malvinas. Además, se reconoce su valioso aporte y coraje en el campo de batalla.
Asimismo, se reconoció a otros valientes combatientes por su rol en combate, en especial durante el día 31 de mayo de 1982. El mayor "VGM" (R) Norberto Rubén Faber; el vicecomodoro "VGM" (R) Hugo Rubens Mercau; el suboficial mayor "VGM" (R) José Francisco Barrios; el suboficial mayor "VGM" (R) Juan Domingo Egañas; el suboficial mayor "VGM" (PM) Rolando Manuel Ulrich y el ex cabo principal "VGM" Héctor Edgardo Rosset junto con los soldados C/63 "VGM" Bernardo Doiny, Bruno Romano, Fernando Escalante, fueron condecorados con la "Orden Héroes de Malvinas" con el grado de "Medalla Honor al Valor en Combate" y algunos de ellos recibieron la distinción de "Medalla Servicio Distinguido en Malvinas" por su destacado desempeño y contribución en el campo de batalla.
Estas condecoraciones representan un homenaje permanente a estos valientes hombres que, con su liderazgo, valor y sacrificio, han dejado un legado imborrable en la historia de nuestra Patria.
Espíritu VyCA
Las palabras alusivas estuvieron a cargo del comodoro Emilio Almirón, en las cuales destacó que “es para mí un orgullo y un privilegio poder realizar esta alocución como especialista y jefe de este prestigioso organismo. No existen en mi vocabulario, palabras que puedan igualar las experiencias y los sentimientos de alguien que vivió esos intensos 74 días en nuestras queridas islas Malvinas. Es por ello que quiero destacar la esencia que nos caracteriza, surgida en los albores de la creación de la especialidad, allá por la década de los 50 de la mano del teniente Juan Manuel Coll Areco y que nos ha acompañado modelando nuestro carácter he identificándonos como radaristas y que hemos dado a llamar 'espíritu VyCA'”.
“Este espíritu, fue madurando de la mano de la evolución de la especialidad y poco a poco se afianzó casi como un requisito en todo nuestro personal, infundiendo valores como abnegación, sacrificio, camaradería y espíritu de equipo, pero por sobre todas las cosas obtuvo una profunda identificación con la actividad aérea operativa y paulatinamente se convirtió en la mano invisible que estaba allí para guiar y asistir durante el vuelo a nuestros pilotos y tripulantes, convirtiéndose de esta manera en el tercer numeral”, manifestó el oficial y agregó: “Tal es así, que durante 1982, año que finalmente definió su carácter, este espíritu marco en muchos casos la diferencia entre la vida y la muerte, el éxito o fracaso de una misión, el regreso a casa o el mudo silencio de radio del camarada que no regreso”.
Por último, concluyó: “Hoy luego de largos periodos de situaciones adversas por carencia u obsolescencia de material, gracias a la persistencia, constancia y coherencia, del espíritu VyCA se ha podido resurgir como el ave fénix de las cenizas con nuevo impulso, motivado por una comunión indivisible con todas las partes constitutivas de nuestra Fuerza Aérea contribuyendo a que pueda volar más alto, mas rápido y más lejos”.
“Giro, Alta y Antena y Distancia"
El brigadier “VGM” (R) Guillermo Saravia fue convocado para pronunciar un discurso en representación del Escuadrón VyCA MLV, ya que durante el conflicto del Atlántico Sur, formó parte del mismo como controlador aéreo en el Sistema de Radar Westinghouse TPS-43E, cumpliendo 45 roles de combate durante 150 horas en 32 misiones.
“'Giro, Alta y Antena y Distancia' es nuestro lema, resume la actividad radar desde la puesta en marcha del equipo a través del “Giro” de la antena, seguido por el 'Alta', habilitando la transmisión de la señal y culminando con la acción efectiva del direccionamiento preciso de la aviación de combate hacia sus blancos a través de la referencia azimutal y de rango relativa entre ellos, la 'Antena' y la 'Distancia'”, explicó el oficial.
“Estas son las cuatro palabras de la jerga del mundo radar que involucran todo su universo: el 'fierro' y el alma, el radar y su gente, los mecánicos y controladores, y los operadores. Cuatro palabras unidas por coordinantes que definen sus dependencias secuenciales: no hay antena y distancia sin alta, y esta no existe sin giro, y el fierro no se convierte en radar hasta que el alma lo sople, y el alma es su propia gente”, declaró Saravia.
“Saludo con orgullo a mis camaradas condecorados. Esas medallas van más allá del reconocimiento por lo vivido ese 31 de mayo de 1982, es el reconocimiento por todo lo actuado por ustedes durante los 45 días de operaciones continuas durante la Batalla Aérea por Nuestras Islas Malvinas, es el corolario del orgullo que cada miembro del escuadrón siente cuando nuestros camaradas pilotos y tripulantes veteranos de guerra nos endulzan los oídos aún después de cuatro décadas, agradeciendo nuestro accionar”, sostuvo el brigadier “VGM” (R) Saravia.
Para finalizar, el oficial relató una corta anécdota que une ese pasado con el presente: “Un intercambio de audios por WhatsApp con el soldado c/63 Osvaldo Miguel a fines de abril de 2020 se convirtió rápidamente en un video institucional de la FAA que se sigue repitiendo año tras año para la fecha conmemorativa del 23 de mayo, el Día del Soldado Aeronáutico. En él se resume el sentir de un miembro del Escuadrón sobre su participación en la guerra y define en unas pocas palabras el sentido de pertenencia y camaradería de un joven de 18 años a solo tres meses de su incorporación a las filas de la Institución”.
“Dijo Osvaldo en ese audio: 'éramos un cuerpo, éramos una familia, éramos uno solo, oficiales, suboficiales y soldados, me pongo la ropa de la Fuerza Aérea con mis escudos y me siento orgulloso de desfilar, no por mí, sino por nosotros, por lo que fuimos y por lo que sentimos. Desfilo por mi Fuerza Aérea y por todos los nuestros que no volvieron'”, concluyó el brigadier.
Trazando un legado indeleble
Tras el desfile terrestre de los efectivos formados y el emocionante pasaje aéreo de los aviones IA-63 Pampa III de la VI Brigada Aérea en honor a esta fecha conmemorativa, el comodoro Almirón extendió una invitación a todos los presentes para dirigirse a la entrada de la Jefatura de la Unidad. Allí, se llevaría a cabo un significativo momento: el izamiento por primera vez de la bandera nacional junto al escudo artesanal del Escuadrón VyCA Malvinas.
El escudo, elaborado con meticulosidad, se encuentra representado sobre un fondo blanco. En él se puede apreciar una imagen elemental de un radar y las Islas Malvinas. En la parte superior, se ha colocado una inscripción en referencia al G2VyCA y al Escuadrón VyCA Malvinas. En la parte inferior, destaca la bandera nacional, símbolo de nuestra identidad.
El diseño y la fabricación de este emotivo emblema estuvieron a cargo de los entonces suboficial mayor Antonio Cassani, cabo principal Roberto Ullúa, y suboficial C/63 Gustavo Ossés (letrista), junto con varios otros integrantes destacados del Escuadrón. Utilizando una tela rústica tipo lona/arpillera y pinturas adquiridas en el West Store, el almacén de ramos generales del pueblo, se pintó con pinceles meticulosamente cada detalle del escudo. Las leyendas, por su parte, fueron realizadas con trocitos de madera especialmente delgados, utilizados como pinceles.
Este emotivo acto de izar la bandera no solo representa un momento de profundo orgullo para todos los presentes, sino también un tributo especial a la valentía y el sacrificio de aquellos que defendieron nuestras Islas Malvinas. Un símbolo único que quedará para siempre en la memoria de nuestra Patria.