Argentina es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto productor a nivel mundial. La calidad de su producción ha venido creciendo sin detenerse en los últimos años, ganando terreno en el mercado mundial.

Bodega La Mansa está ubicada en San Rafael, provincia de Mendoza, al pie de la cordillera de Los Andes, a 1.200 metros de altura. Se trata de una región vitivinícola de excelencia, que tiene todos los componentes necesarios para cultivar uvas de altísima calidad enológica. Sus variedades emblemáticas son el Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Bonarda, Tempranillo y Chardonnay, entre otras.

Gastón Bonoldi, dueño de la Bodega, señala que desde el comienzo se tuvo en cuenta la mejor genética de las viñas expuestas a un proceso de desarrollo 100% orgánico que deriva en colores, aromas y sabores únicos en cada copa. “Nuestros vinos microvinificados, es decir elaborados en pequeñas cantidades, logran llevar las características de cada variedad a su máxima expresión. Gracias al cuidado personal y meticuloso que implica esta técnica, se logran vinos de altísima calidad y gran personalidad”, agrega Bonoldi.

En agosto de 2020, por primera vez, lograron alcanzar el mercado chino, que exige la determinación de ftalatos -compuesto químico que puede estar presente en el vino por diferentes polímeros que entran en contacto directo durante su proceso de elaboración-.

Para lograrlo, La Mansa realizó los análisis de ftalatos en los laboratorios de la sede del INTI en Mendoza, único organismo autorizado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) para el control de este contaminante en muestras de vino. “El trabajo que realizamos con el Instituto fue una gran ayuda, tanto desde lo humano como en lo comercial. Un viernes llegamos al INTI con la necesidad de obtener el certificado de análisis de ftalatos, porque en la semana siguiente despachábamos nuestro primer contenedor a China y sus profesionales, con gran esfuerzo y coordinación de trabajo, pudieron cumplir con el plazo pactado con nuestro cliente”, cuenta Gastón Bonolvi.

Desde hace dos años, La Mansa exporta también a Rusia, Brasil y Paraguay a través de distribuidores de cada país. En algunos mercados cuenta con show-rooms bajo el sistema de franquicias y en el corto plazo realizarán la apertura de uno en México y otro en Paraguay.

Hacer vinos es una tarea ardua. Pero hacer vinos inolvidables es aún más desafiante, ya que es necesario conjugar el conocimiento y la pasión con la potencia de un terroir excepcional. “Nuestros vinos son el resultado de los cuidados agroecológicos, se caracterizan por atender cada detalle en la búsqueda de crear ejemplares sobresalientes, dados por las características del terreno y el riego por goteo de napa subterránea que se nutre con el deshielo de Los Andes”, define Bonolvi.

Bodega La Mansa traduce los mensajes de la naturaleza en auténticos vinos de montaña.

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