Presidencia de la Nación

Las bibliotecas que resguardan el conocimiento nuclear

Comisión Nacional de Energía Atómica

Centro de Documentación María Isabel González (CDMIG)


El Centro de Documentación María Isabel González recibió ese nombre en 2002 en homenaje a la licenciada en Física que trabajó en la elaboración del sistema ambiental de Atucha II y propulsó el del Centro Atómico Ezeiza (CAE). Sin embargo, su creación se remonta a la década del 70, cuando formaba parte de las distintas bibliotecas departamentales del CAE, que en 1995 fueron reunidas en una sola. Su misión es gestionar los recursos de información para facilitarle a la comunidad científica el estudio, la investigación y la transferencia del conocimiento.

El fondo bibliográfico consta de 6.200 libros y 151 títulos de publicaciones periódicas. Los temas de la colección abarcan energía nuclear, física, química, ciencia y tecnología, irradiación de alimentos, tratamiento de residuos radiactivos, polímeros, medicina nuclear y aplicaciones industriales y agropecuarias.

“La comunidad de usuarios de la biblioteca está compuesta por científicos, investigadores y becarios del Centro Atómico Ezeiza y de otras instalaciones de la CNEA, así como por alumnos y docentes del Instituto Dan Beninson. También se reciben consultas de instituciones afines, investigadores y público en general”, afirma la licenciada en Bibliotecología y Documentación María Silvana Semino, a cargo del centro.

Hace poco, la biblioteca recibió una colección del doctor en Física Juan Flegenheimer, que fue donada por la familia de éste. “Flegenheimer fue una eminencia de la radioquímica latinoamericana y uno de los pilares fundacionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica –cuenta Semino-. Fue integrante de proyectos importantísimos que le darían forma a la CNEA. Entre sus trabajos más destacados se encuentra la investigación de nuevos radioisótopos en el sincrociclotrón y la creación del grupo que tuvo la tarea de desarrollar la tecnología de reprocesamiento de elementos combustibles gastados, que en 1968 culminó en la construcción de la primera planta de reprocesamiento de Latinoamérica, la PR-1”.

En poco tiempo, todo el fondo bibliográfico del Centro de Documentación María Isabel González será trasladado a un sector nuevo del predio, el segundo edificio deI Instituto Dan Beninson. No será la primera mudanza y representará un desafío para el equipo de trabajo de la biblioteca. Aunque Semino explica que, en la actualidad, la mayor parte de las consultas son en formato electrónico.

Más información

También podés visitar el Centro de Documentación María Isabel González en el sitio web del Instituto Dan Beninson

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