Los desastres impactan de múltiples formas en la salud pública. Los sistemas sanitarios tienen un rol central en la respuesta que se brinda en esos momentos críticos.

En esta línea, se plantea la importancia de integrar la gestión del riesgo de desastres en la atención primaria, secundaria y terciaria de la salud, especialmente a nivel local, desarrollando la capacidad de los/as trabajadores/as de la salud para comprender el riesgo de desastres.

Promover la acción e inversión pública en sistemas sanitarios resilientes permite reducir la vulnerabilidad y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y el cuidado de salud.

El objetivo general diseñado en el PNRRD 2024-2030 es fortalecer las acciones de prevención y reducción de riesgo para la salud derivados de emergencias y desastres, para evitar muertes, enfermedades, discapacidades y el impacto psicosocial resultante.