Es importante que lleves a tu hijo a los controles periódicos de salud aunque no esté enfermo ni presente ningún problema en particular.
- Entre el año y los 2 años: cada 3 meses (es decir, a los 15, 18, 21 y 24 meses).
- Entre los 2 y los 3 años: cada 6 meses (es decir a los 30 y a los 36 meses).
- A partir de los 3 años: un control anual.
En esta etapa, tu hijo empezará a desarrollar habilidades sociales y motrices. También dejará los pañales y adquirirá el lenguaje.