¿Qué son las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH)?
Las CPH, conocidas habitualmente como células de la médula ósea, son las células encargadas de producir los componentes de la sangre.
Las CPH son las células encargadas de la hematopoyesis, palabra de raíces griegas que significa proceso de creación de la sangre.
Son células madre, es decir, células inmaduras que tienen la capacidad de dividirse y diferenciarse para dar origen a todos los tipos celulares maduros presentes en la sangre:
- glóbulos rojos (que transportan el oxígeno a los tejidos)
- glóbulos blancos (que combaten las infecciones en el organismo y se ocupan de la vigilancia inmunológica)
- y plaquetas (que participan del proceso de coagulación de la sangre).
Estas células se pueden donar en vida y se utilizan en pacientes con indicación de trasplante de médula ósea.
¿Por qué se las conoce comúnmente cómo médula ósea?
El nombre de estas células surge por asociarlas al lugar del cuerpo donde las producen: la médula ósea, un tejido esponjoso ubicado en la parte central de los huesos grandes como el esternón, húmero, fémur y los huesos de la pelvis.
Están también en la sangre del cordón umbilical y en la placenta del bebé recién nacido.
No hay que confundir médula ósea con médula espinal. Son dos sistemas distintos
La médula espinal se encuentra en la columna vertebral y es parte del Sistema Nervioso Central.
La médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo y forma parte del Sistema Hematopoyético.