Tomar conciencia sobre el agua es vital
Cada 22 de marzo se celebra en el mundo el día de “El agua y el cambio climático”. Ambos temas están intrínsecamente ligados, pues usar el agua de manera eficiente ayuda a reducir los gases de efecto invernadero. Cada persona tiene una responsabilidad respecto de ello y debemos actuar ahora. No hay tiempo que perder.
El día mundial del agua se celebra cada 22 de marzo, desde 1993, luego de que fuera declarado así por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objeto de concientizar al mundo sobre la importancia de cuidar el agua dulce como recurso vital.
Cada año se añaden eventos anuales específicos en torno a la temática del agua. En particular, este año 2020 se celebra el día mundial del agua y el cambio climático.
La intención de esta fecha es, por un lado, difundir la relevancia del agua dulce para la humanidad y por otro, crear conciencia sobre los 2.200 millones de personas (alrededor de 3 personas de cada 10) que en pleno siglo XXI siguen viviendo sin acceso al agua potable. Se busca, así mismo, implementar medidas para abordar la crisis mundial del agua, siguiendo el espíritu del Objetivo de Desarrollo Sostenible N°6 de la ONU: "Agua y saneamiento para todos en 2030".
Aunque el 70% de la superficie del planeta Tierra está cubierta de agua, sólo el 2,5% es agua dulce y el restante es salada (océanos, mares y aguas subterráneas saladas). La mayoría del agua dulce está congelada en glaciares y napas subterráneas inaccesibles. Se estima que menos del 1% de los recursos de agua dulce están disponibles para consumo. El agua potable es un bien escaso que se ve amenazado por la contaminación y el cambio climático.
Los procesos de extracción, potabilización y distribución del agua requieren un alto costo de energía. Si trabajamos para lograr un uso responsable y eficiente de este bien, también ahorraremos energía. De esta manera no sólo estamos cuidando y protegiendo las fuentes de agua dulce, sino que también colaboramos en la reducción de los gases de efecto invernadero que se producen durante la generación de electricidad con combustibles fósiles.
El uso responsable del agua es un deber y una obligación, ya sea que se trate de viviendas, empresas o instituciones. Se deben implementar medidas para usar el agua de manera eficiente, colaborar con las instituciones en el tratamiento adecuado de las aguas residuales domésticas, y de ser posible, hacer uso de fuentes alternativas de suministro como la recolección de agua de lluvia para las actividades que no requieren agua potable como riego del jardín y tratamiento de aguas residuales.
El cuidado del agua es una responsabilidad de todos. Con pequeños cambios en nuestros hábitos podemos contribuir a mejorar la problemática de este recurso. Es nuestro deber para con las generaciones que vendrán.