Esta actividad estuvo orientada a generar las herramientas para lograr la productividad de cara a la inserción laboral y a la actividad económico-monetaria de cada familia de las mujeres en esta situación.

En el taller inaugural del ciclo se trabajó sobre la problemática de la violencia por razones de género, y luego, la demanda de las participantes llevó a analizar la necesidad de poder tener los recursos para sostener el hogar del cual son las responsables. En respuesta a este pedido es que se ideó el segundo ciclo de actividades.

María Laura Garrigós, subsecretaria de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, aseguró: “Este es el segundo taller que hacemos con estas personas que tienen toda la conflictividad del encierro, pero en sus domicilios. Estar en tu casa con tu hijo es una gloria, pero si no tenés para darle de comer es una tortura”.

"Son muchos aprendizajes”

Por su parte, Fiorella Canoni, directora nacional de Readaptación Social, definió que “es un desafío para el Estado que el arresto domiciliario sea una alternativa a la prisionalización, necesita ser acompañado por áreas estatales para que realmente funcionen en la medida que queremos para que logre la reintegración y no sea un castigo”.

Dayana Britos Mariño, una de las mujeres participantes de los talleres, destacó que no sabía que, como migrante, tenía tantas herramientas: “Después de un arresto no sabía que podía llegar a más personas, son muchos aprendizajes que no puedo resumir en una sola palabra”.

La subsecretaria de Programas Especiales contra la Violencia por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, Carolina Varsky, sostuvo que “como Estado nacional nos propusimos generar espacios para que esas personas que están atravesando el arresto domiciliario puedan tener herramientas para que puedan pensarse en tener un proyecto productivo, atender la problemática de mujeres con hijos menores a cargo y que son sostén del hogar, pero no pueden salir a trabajar”.