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RSO: entrenamiento para casos de "comportamiento anormal" de la aeronave

La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil emitió nuevas Recomendaciones de Seguridad Operacional (RSO) relacionadas, fundamentalmente, con la inclusión de entrenamientos específicos para enfrentar situaciones de comportamiento anormal de las aeronaves, como parte de la formación de los pilotos.

Se trata de las RSO incluidas en el Informe de Seguridad Operacional producto de la investigación del incidente ocurrido con la aeronave Boeing 737-8HX matrícula LV-FUA el 13 de febrero de 2017 en el Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria de la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro.

El Informe contiene cinco RSO destinadas a Aerolíneas Argentinas, propietaria y operadora de dicha aeronave, y una a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

En cuanto a las Recomendaciones destinadas al operador, la 1722 insta a “incluir en las sesiones de entrenamiento recurrente información a las tripulaciones de vuelo que resalte puntualmente la activación de los spoilers como resultado de la reducción del empuje de los motores a 'IDLE' (mínimo régimen en que el motor puede operar) con la condición de aeronave en el aire luego de un rebote con empuje superior a IDLE”. En el mismo sentido la RSO 1723 resalta la necesidad de recrear en el entrenamiento en simulador de vuelo “un escenario de instrucción que replique las condiciones bajo las cuales se produjo el incidente de activación automática de los spoilers”.

Tal como explica el informe, "la combinación de determinadas condiciones particulares de los sistemas de la aeronave y de la pista pueden conducir a que se produzca un tail strike (impacto de la sección trasera del fuselaje contra la pista) por debajo del valor mínimo de ángulo de cabeceo establecido" por el fabricante (en este caso, la firma Boeing) "durante la certificación de su modelo 737-800". En ese sentido, la recomendación número 1724 se destina a “difundir una advertencia a las tripulaciones de vuelo” sobre el citado comportamiento de dichas aeronaves.

En otra recomendación (1725) se indica la necesidad de "implementar a la brevedad, como parte del sistema de gestión de seguridad operacional (SMS), el programa LOSA (Auditoría de la Seguridad de las Operaciones de Línea Aérea)” de modo complementario con el FOQA (Programa de Aseguramiento de la Calidad de las Operaciones de Vuelo), “observando las pautas contenidas en el Documento 9803, Manual LOSA”.

La última recomendación para el operador, la 1726, indica que se debe “revisar, y de ser necesario, enmendar los contenidos de la capacitación TEM (Gestión de Amenazas y Errores) para tripulaciones de vuelo” a fin de asegurar la simetría de los contenidos con el material guía de implementación de la OACI contenido en los documentos 9868 y 9803”.

El Informe de Seguridad Operacional contiene también una RSO dirigida a la ANAC (número 1727), donde se indica “enmendar los contenidos de la Disposición 37/97 para contemplar avances sobre el tema producto de la experiencia de la industria aeronáutica. La enmienda debe incluir referencia a la obligatoriedad de la instrucción TEM para las tripulaciones de líneas aéreas que entregan servicios internacionales”.

El incidente objeto de la investigación se produjo el 13 de febrero de 2017 en el vuelo AR1672 que despegó del Aeroparque Jorge Newbery, en la Ciudad de Buenos Aires, con destino al Aeropuerto Internacional Teniente Candelaria, en la ciudad de Bariloche. El vuelo transcurrió sin inconvenientes hasta el inicio de la aproximación final, la cual se realizó con el piloto automático desconectado. La gestión de trayectoria tuvo desfasajes con respecto a los parámetros establecidos por la empresa, a consecuencia de lo cual el intento de aterrizaje resultó en un contacto anormal con la pista (ARC) seguido de un bounced landing o rebote. Luego de esto la aeronave se elevó y se produjo el despliegue automático de los spoilers, lo que condujo a un segundo contacto brusco con la pista (hard landing). En esta instancia, y si bien la aeronave permaneció en la superficie de la pista luego del segundo toque, la tripulación decidió hacer un go-around o escape, tras lo cual efectuaron una nueva aproximación y lograron aterrizar sin inconvenientes.

El Informe de Seguridad Operacional puede consultarse haciendo click aquí.

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