El SIMTAP 2.0, tiene como objetivo preparar al tirador en sus primeras condiciones básicas y en la etapa de perfeccionamiento, no solamente para el tirador, sino también para el instructor, que puede seguir mejorando su aptitud en el tiro. A su vez, resulta necesario para los distintos cursos que se dictan, como el de tirador especial o el tirador básico.

Según lo explicado por el mayor Sergio Alejandro Paz, ingeniero químico perteneciente a la Dirección General de Investigación y Desarrollo (DIGID), el simulador no reemplaza al polígono de tiro, sino que lo complementa.

“Toda la parte de instrucción básica en la cual el tirador comienza a interactuar con su arma, ya sea en la manipulación del mecanismo del fusil o del armamento, o en la parte de la respiración, la acción del dedo sobre la cola del disparador, la posición del tirador, etc., todo eso sí se puede perfeccionar en el simulador sin tener que gastar o consumir una munición, además de los riesgos que conlleva hacer un tiro con munición de guerra”.

Uno de los temas a considerar en este proyecto es la cuestión balística y su solución, teniendo en cuenta la ausencia de munición. Sobre esto, el mayor Paz asegura que otorga una importante ventaja debido al inconveniente que suele generar la adquisición de la misma, y es una buena manera de aumentar las medidas de seguridad.

Gracias a esta modernización, el SIMTAP 2.0 se emplea para el adiestramiento de tiro, permite la práctica de la totalidad de los procedimientos del Método Optimizado de Tiro Escuela (MOTE) y de combate, y utiliza imágenes digitalizadas de blancos estandarizados.

Además, el simulador posibilita la evaluación de lo realizado y su revisión por medio de sistemas informatizados, con presentación en formato multimedia (de acuerdo con lo dispuesto por los anexos del Reglamento de tiro).

Dispone de una base de datos con los resultados y el nivel alcanzado por cada uno de los tiradores que emplean el sistema, para cada una de las condiciones, y contempla la posibilidad a futuro de su configuración para otro tipo de condiciones de tiro que se pudieran agregar, como así también situaciones de reacción, ya sea tiro de combate o tiro de tropas de operaciones especiales. Por otra parte, incorpora como herramienta la visualización individual de cada tirador a través de un dispositivo tipo tablet de la condición rendida.

Este proyecto fue llevado a cabo en un trabajo conjunto con la Universidad Nacional del Centro y el Instituto Pladema de la ciudad de Tandil, que diseñaron un software acorde a las necesidades y disposiciones de la Fuerza, imponiendo un sistema de extrema precisión a la hora de calificara los tiradores.

A diferencia del primer modelo, este cuenta con dos líneas de tiro, volviéndolo más eficiente. Se espera que en las próximas actualizaciones se pueda realizar con diferentes calibres, ya sea 9 mm o el tiro de cañón de 20 mm.