Presidencia de la Nación

Nueva unidad de cuidados intensivos neonatales en el Hospital Militar Central

En un constante afán por mejorar la calidad de atención y como parte de las acciones que el Ejército viene realizando para modernizar los distintos servicios médicos de los hospitales que conforman su sistema de salud, se ha remodelado la unidad de neonatología del principal nosocomio de la Fuerza: tiene una capacidad de hasta 23 pacientes y cuenta con tecnología de punta que la ubica entre las más avanzadas de la ciudad de Buenos Aires.

El Hospital Militar Central tiene una rica historia. A través de los años, numerosos profesionales de prestigio, tanto nacional como internacional, pasaron por los consultorios y quirófanos del barrio de Belgrano. Además, es un centro de innovación permanente en el que se desarrollan nuevas técnicas diagnósticas y de tratamiento, con tecnología de avanzada.

Hoy como ayer, el compromiso de esfuerzo y dedicación de todo el personal se traduce en un cambio sostenible en el nivel de las prestaciones y en los procesos de atención, con una constante mejora tanto en la formación del equipo de salud como en la infraestructura edilicia –de más de 8 décadas–, tendiente al objetivo fundamental de lograr excelencia en la calidad del servicio que se brinda a los pacientes, única razón de ser del Hospital. Es por ello que esta nueva unidad, dedicada al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los recién nacidos durante los primeros 28 días de vida, es tan importante para la sanidad militar.

Ubicado en el octavo piso, el servicio ocupa una superficie de 240 m², de los cuales 140 m² corres-ponden a la sala de neonatología, 56 m² a las salas de parto y 24 m² a la de preparto. El resto está destinado a depósito de material y equipo.

Sala de neonatología

Está organizada en forma lineal y cuenta con tres boxes para pacientes aislados, 10 puestos dobles de neonatología, sistema de aire acondicionado y extracción con presión negativa.

Como explica la coronel médica Mónica Ávila, jefe del Departamento de Tocoginecología y Pediatría, esta nueva configuración y la ampliación de puestos de atención (antes había 10 y ahora hay 23) es muy importante, porque aquí se recibe a pacientes de todo el país. Además, la tecnología que se adquirió permite que se pueda brindar atención a recién nacidos de alta complejidad provenientes de otros hospitales pediátricos. Al respecto, la coronel Ávila cuenta que “antiguamente, cuando teníamos algún paciente con malformaciones congénitas (cardiopatías, neuropatías, etc.), a veces teníamos que enviarlos a los hospitales de niños para que resolviesen la parte quirúrgica. Ahora, el hospital está en capacidad de resolverlo con sus propios medios. Sinceramente, tener un servicio de pediatría de alta complejidad, donde los chicos puedan atenderse con profesionales de primera, para mí es una felicidad increíble”.

Esta planta cuenta con dos accesos que se encuentran equipados con guardarropa y piletas de lavado de mano automatizadas. Además, en la sala, se colocaron piletas de lavado automatizadas cada cuatro puestos.

A fin de aprovechar la linealidad del diseño, se ubicaron dos islas con estación de médico, estación doble de enfermería y office sucio, con salida independiente hacia los depósitos de material patogénico. Este sector también cuenta con un lactario y una oficina de jefatura para atención de los padres.

Área de parto

Se habilitaron dos salas de parto con sector de recepción de recién nacidos y de transferencia, vestuarios y sanitarios para el personal, piletón quirúrgico doble automatizado, office sucio y un área de recuperación.

Cada sala cuenta con una columna con doble servicio de gases medicinales, además de aire acondicionado con filtrado absoluto y piso semi-conductivo.

Habitación de preparto
Contigua a la sala de partos, se instaló una habitación con dos camas de preparto, que disponen de poliductos de gases medicinales doble, office de enfermería y sanitarios.

Por su parte, el doctor Gaivironsky, uno de los mentores de este proyecto, explica lo que tal vez sea uno de los principales cambios: “Como los recién nacidos son muy frágiles, en cuanto a su sistema inmunitario, y al estar internados durante tiempo prolongado pueden estar expuestos a distintas agresiones (lumínicas, sonoras o de infecciones cruzadas con otros pacientes), diseñamos un sistema de insonorización del área con dobles ventanas y respetando la fachada del edificio que ha sido declarado monumento histórico. También se colocaron paneles especiales para evitar el trauma lumínico en el paciente; instalamos toalleros electrónicos; los dispenser de agua tienen domos eléctricos para evitar la contaminación; los grifos son automáticos; los sistemas de aire acondicionado que diseñamos tienen filtros de última generación para evitar infecciones cruzadas y mantienen la temperatura constante durante todo el año. También la instalación eléctrica fue muy importante ya que hubo que traer la energía desde los tableros externos que están conectados a los generadores automáticos de electricidad”.

En relación con lo arriba expresado, resulta importante mencionar que todas las salas que conforman la renovada unidad de neonatología cuentan con tableros hospitalarios con transformadores de aislación, y se cambiaron las cañerías y las conexiones eléctricas en su totalidad. Para ello, se contó con la inestimable guía de la Dirección de Ingenieros e Infraestructura del Ejército.

Cabe destacar que un conjunto de médicos pediatras, enfermeros y técnicos del Hospital Militar Central desarrollan diariamente su tarea profesional y llevan adelante este Servicio. En tal sentido, este nosocomio, a través de toda su infraestructura de laboratorio, quirófano y demás capacidades asistenciales, complementa y facilita la labor pediátrica que aquí se realiza.

Tal como lo expresa la directora general del Hospital Militar Central, coronel mayor médica Alicia Filomia: “esta obra eleva el Servicio de Neonatología y Pediatría al nivel y la complejidad de un hospital pediátrico”.

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