Buenos Aires – Ayer por la mañana se realizó la ceremonia religiosa en memoria de los caídos por la Patria y en Actos de Servicio. La misa tuvo lugar en la Catedral Castrense Stella Maris y estuvo a cargo del Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera; acompañado por los capellanes mayores de las Fuerzas Armadas.

Asistieron el Subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Brigadier Mayor Pedro Girardi; los Jefes del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Julio Horacio Guardia, y de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier General Xavier Julián Isaac; y el General de Brigada Marcelo Calvo, en representación del Ejército Argentino.

También estuvieron presentes el Jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Defensa, Héctor Mazzei; el Subsecretario de Investigación Científica y Política Industrial para la Defensa, Mariano de Miguel; autoridades de Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional Argentina y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

En su homilía, Monseñor Olivera señaló: “Una vez más todos nosotros tenemos la posibilidad no sólo de rezar por nuestros hermanos caídos en actos de servicio, sino por los que en este tiempo fallecieron a causa de la pandemia”.

“El motivo que nos reúne hoy es rezar por nuestros camaradas, que murieron en actos de servicio, por todos los difuntos y por la triste realidad del coronavirus, muchos contagiados por servir”, expresó el obispo castrense en referencia a los efectivos que murieron en actos de servicio y por los fallecidos a causa de la pandemia.

La institución del 2 de noviembre como el Día de los Muertos por la Patria se instauró en 1910 por iniciativa del profesor correntino José Alfredo Ferreira, con el objetivo de recordar y agradecer a todos los hombres y mujeres, civiles y militares, quienes desde los primeros tiempos de nuestra Nación ofrendaron sus vidas en defensa de la Patria.