Durante 2005, el Ministerio de Trabajo impulsó acciones de capacitación en esa provincia que beneficiaron a un total de siete mil trabajadores del sector frutihortícola. A fines de septiembre comenzarán los nuevos cursos de formación, que en esta oportunidad alcanzarán a 2470 personas. De ese total, 1735 son trabajadores desocupados y el resto son ocupados. Los cursos que se pondrán en marcha se diseñaron atendiendo a las características productivas de esa provincia y a las demandas locales.

Una demanda marcada de mano de obra calificada fue uno de los problemas detectados en este sector en Mendoza, sobre todo en lo que respecta a operarios rurales y mandos medios. En este marco, la cartera laboral dispuso asistencia técnica y financiamiento para dar la oportunidad a trabajadores y trabajadoras de formarse en las actividades propias del sector frutihortícola.

Se realizarán 158 cursos en total distribuidos en: Encargado de vivero, Encargado de invernadero, Propagador de Plantas, Tractorista, Auxiliar de Invernadero de Flor de Corte, Clasificador de Fruta, Embalador, Operario Especializado en Manejo de Aromáticas, Maquinista, Plaguero, Encargado de Cosecha Hortícola, Encargado de Galpón de Empaque Hortícola, Operario de Autoelevador, Gestión de Organizaciones Frutihortícolas, Enristrador de Ajo, Raleador de Frutales, Injertador Frutalícola, Podador de Frutales, Encargado de Control de Calidad y Gestión de Organizaciones Frutihortícolas.

Los actores que participan de las acciones son los siguientes:

• Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza - Asociación de Productores y Exportadores de Fruta Fresca - Sindicato de Frutas Frescas y Hortalizas - Fundación Instituto de Desarrollo Rural.

Los cursos de capacitación se realizan en el marco del Programa Sectorial de Calificaciones que desarrolla la cartera laboral en todo el país. Una de las entidades que participan de la capacitación en Mendoza es la Fundación Instituto de Desarrollo Rural. Su gerente técnica, Flavia Gil, indicó que el sector frutihortícola “necesita una formación actualizada y especial; hay casos de personas que empezaron a ser encargados pero no han tenido formación”.

Y destacó que si bien en la región existen centros de formación disponibles, la particularidad de los cursos impulsados por el ministerio es que su orientación es “más específica y adecuada, por ejemplo, respecto de los horarios de los cursos”.

El perfil de los participantes en los cursos es heterogéneo: hombres y mujeres comparten la preocupación de calificarse para insertarse en el trabajo. Y no hay límites de edad, ya que participan tanto jóvenes como adultos. De hecho, una de las características del sector rural “es la gente de más de 45 años que opta por capacitarse, y en algunas tareas como podador o injertador tienen mucha destreza”, constató Gil.

De hecho, durante los cursos realizados en 2005 se dio el caso de un hombre de más de sesenta años que quería formarse para ser Encargado de Finca. Pese a que tenía dificultades para leer y escribir, pidió ser acompañado en las clases por su nieto de 12 años para que el niño tomara nota.

En este sentido, la gerente técnica de IDR indicó que este año los cursos de cosechadores se adaptaron teniendo en cuenta a quienes tienen dificultades para leer y escribir. Además, antes del inicio de los cursos se desarrolla un módulo de taller ocupacional “donde se habla de qué es el trabajo para ellos, como se van a insertar”. A partir de este año también se confeccionarán las historias laborales de los participantes.

Por otra parte, destacó que “la experiencia del año pasado fue buenísima. Se logró capacitar a siete mil personas en un semestre”, recordó. En cuanto al nuevo compromiso de capacitación, de las 2470 personas que se formarán, está previsto que 1600 lo hagan antes de diciembre.