La ministra de Seguridad encabezó el homenaje a la actuación de la Prefectura en la Guerra de Malvinas
Junto al Prefecto Nacional Naval, durante el acto se conmemoró, también, el combate aeronaval del guardacostas GC-83 “Río Iguazú”, que se desarrolló el 22 de mayo de 1982.
La Prefectura Naval Argentina rindió homenaje a la destacada actuación de los veteranos de la Institución en la guerra de Malvinas, en una emotiva ceremonia encabezada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien estuvo acompañada por el titular de la Unidad Gabinete de asesores, Carlos Alberto Manfroni, el secretario de Lucha contra el Narcotráfico y la Criminalidad Organizada, Martín Verrier, el Prefecto Nacional Naval, Guillermo Giménez Pérez y el Subprefecto Nacional Naval, Alejandro Annichini.
También asistieron la plana mayor y efectivos de la Institución, autoridades y personal de otras fuerzas federales e invitados especiales.
“Este hecho sin precedentes, marcó con sangre y fuego un capítulo muy emotivo y entrañable en la historia de nuestra bicentenaria Prefectura Naval. Nada constituyó un obstáculo para cumplir con el 100% de las tareas encomendadas, dejando una imagen institucional de gran valía para la nación, fuerzas armadas y del propio enemigo”, sostuvo con emoción el ayudante mayor cadete Federico Lagomarsino, alumno de la Escuela de Cadetes de la Fuerza, quien continuó:
“Hoy transitamos por las filas de la Fuerza jóvenes que nacimos mucho después del conflicto, por ello es nuestro deber, a través del recuerdo y el homenaje, mantener viva la llama que se encendió desde los albores de nuestra Institución y que brilla en su máximo esplendor en los momentos cruciales donde su personal demostró el amor por este uniforme y por la Patria, como lo hicieron nuestros jóvenes camaradas en Malvinas”.
En el acto, tras entonar las estrofas del Himno Nacional, se ejecutó un minuto de silencio y se colocaron ofrendas florales en honor al personal de la Institución caído durante la contienda, y a los ex combatientes fallecidos.
En ese sentido, Natali Raimon, hija del difunto ayudante mayor veterano de guerra Alberto Raimon, compartió con los presentes la historia de su “viejo”, un rosarino especializado en mecánica de helicópteros que vivía por y para la Prefectura.
“A él no le gustaba hablar de Malvinas pero tenía en claro que la niñez y los jóvenes son el legado, que ellos debían escuchar sobre la guerra, y así lo hizo en cada oportunidad que tuvo. No debemos olvidar nunca a nuestros héroes”.
Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich homenajeó con sus palabras a “los hombres y mujeres que tuvieron coraje, determinación y lograron surcar las aguas de mares bravos para poder llegar a las islas. Nos llena de orgullo que Prefectura haya podido romper el anillo de protección que los integrantes de las fuerzas del Reino Unido tenían”.
Para terminar, la jefa de la cartera de Seguridad expresó “Malvinas no es un recuerdo, no es solamente los veteranos o sus familias, Malvinas es una causa nacional de 46 millones de argentinos”.
Luego, se entregaron reconocimientos a las esposas de los ex combatientes fallecidos, tras la lectura de la Disposición de la Dirección del Personal que estableció la entrega de distinciones.
Finalizando la ceremonia, los músicos de la Institución entonaron las estrofas de la Marcha de Malvinas.
Reseña histórica: el heroicismo de los prefecturianos en Malvinas
La Prefectura destacó personal y medios marítimos, aéreos y terrestres para recuperar las Islas Malvinas y ejercer su rol de policía de seguridad de la navegación y de los puertos, la salvaguarda de vidas y bienes transportados por buques y sus demás funciones como Autoridad Marítima argentina.
Además de cumplir con su misión, los hombres de la Prefectura, a bordo de los guardacostas GC-82 Islas Malvinas y GC-83 Río Iguazú, protagonizaron combates aeronavales.
El 13 de abril de 1982, los guardacostas arribaron a las islas, luego de navegar en condiciones meteorológicas adversas y consiguieron romper con el bloqueo militar británico.
El 1º de mayo, el guardacostas Islas Malvinas fue el primero en entrar en combate, cuando repelió un ataque, con una ametralladora y mientras estaba fondeado en la bahía de la Anunciación, de un helicóptero inglés, que sufrió averías.
Por su parte, el 22 de mayo, el guardacostas GC- 83 Río Iguazú fue atacado por dos aviones ingleses: el entonces cabo segundo José Raúl Ibáñez, maquinista, ascendió a cubierta y observó que su compañero, el cabo Julio Omar Benítez, yacía muerto al pie de una de las dos ametralladoras que tenía el barco, luego de haber intentado repeler el ataque enemigo.
En ese momento, Ibáñez tomó el puesto de su compañero, apuntó contra los atacantes y disparó incansablemente, consiguiendo derribar uno de los aviones. Por esa acción, fue condecorado con la máxima distinción existente hasta ese momento, la cruz “La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”.
Cabe destacar que, durante la contienda, se inauguró la Prefectura Islas Malvinas ubicada en Puerto Darwin, cuya dotación estaba compuesta por las tripulaciones de los mencionados guardacostas y cinco suboficiales de la Agrupación Albatros, quienes realizaron patrullajes, tareas de seguridad y asistencias en la zona.
El 10 de mayo, el entonces marinero Jorge Eduardo López, integrante de la nueva dependencia, falleció a bordo del buque “Isla de los Estados”, que fue atacado y hundido mientras navegaba por el Estrecho de San Carlos.
Además, el Servicio de Aviación de la Fuerza también tuvo un rol muy importante en la guerra, realizando tareas de apoyo aéreo, tanto en el continente como en las islas: a bordo de aviones y helicópteros, los efectivos realizaron vuelos de control, brindaron apoyo aéreo a los guardacostas, trasladaron personal, víveres y municiones e hicieron tareas de búsqueda y rescate.
Sin lugar a dudas, estos héroes de la Prefectura fueron, y son, protagonistas de la historia de la Argentina. Todos los argentinos y argentinas les rinden homenaje a los veteranos de guerra y recuerdan a Julio Omar Benítez y Jorge Eduardo López, que dieron su vida defendiendo el suelo argentino.