Gobernador Virasoro (Corrientes), 18 de octubre de 2018 - El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de Producción de Corrientes inscribieron en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa) a 75 agricultores familiares de las localidades de Goya, Esquina, San Miguel y Saladas.

En los meses de agosto y septiembre pasados, la Dirección de Producción de la cartera productiva provincial organizó reuniones con productores de las localidades mencionadas donde explicó la importancia de la inscripción en el Renspa para comercializar la producción, las características del registro y los requisitos solicitados.

A partir de dichos encuentros se inscribieron en el Registro agricultores familiares que producen, fundamentalmente, sandía, zapallo, maíz y mandioca, en zonas alejadas de las oficinas del Senasa y que además carecen de acceso a Internet para realizar el trámite por autogestión.

Luego de realizar los trámites pertinentes, a través de Declaraciones Juradas, la Dirección de Producción local adquirió la representación de los productores y de esta forma les ahorro movilizarse a largas distancias para realizar la inscripción. Finalmente, en la oficina del Senasa en Corrientes se cargaron en el sistema los datos suministrados por la entidad gubernamental provincial y de esta forma cada productor quedó inscripto.

La Dirección de Producción correntina y el Senasa continuarán en los próximos meses con este tipo de inscripciones para agricultores familiares de distintos departamentos de la Provincia.

La inscripción en el Renspa es obligatoria para todas las actividades de producción primaria del sector agropecuario. A través de un código se asocia al productor con el campo donde realiza su actividad. Cuenta con datos del establecimiento, del productor, de la actividad que allí realiza y de los animales que posee.

El trámite es gratuito y puede realizarse en las oficinas del Senasa y, por autogestión, a través de internet. La inscripción en el Registro es un paso necesario para iniciar la trazabilidad de los productos agrícolas. Además resulta una herramienta clave para identificar el origen de los productos y aplicar acciones preventivas y correctivas, en caso de detectarse anomalías que puedan poner en riesgo la sanidad vegetal, la salud animal y del consumidor y el comercio.