Organizada por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), el director del Centro Islandés para la Investigación y el Análisis Social, Jón Sigfússon, brindó esta mañana una conferencia abierta al público sobre la “Prevención basada en la evidencia: La experiencia de Islandia y otras comunidades”, donde presentó “Youth in Iceland”, un programa de prevención que logró reducir el consumo de sustancias psicoactivas en jóvenes.

Esta conferencia se dio en el marco de la visita de Sigfússon a nuestro país, donde se entrevistó con los funcionarios de la SEDRONAR, encabezados por su titular, Roberto Moro, y luego intercambió experiencias con el equipo de profesionales y técnicos de la Dirección Nacional de Prevención en Materia de Drogas de esta Secretaría de Estado con el que recorrió distintos barrios porteños y del Conurbano Bonaerense como La Cava de San Isidro, entre otros.

“Para nosotros es fundamental seguir trabajando desde el Estado Nacional un modelo preventivo. Por eso convocamos a Jón Sigfússon; para que nos cuente cómo es la experiencia que llevan adelante en Islandia”, señaló Moro. Y agregó: “La idea de este encuentro es generar un intercambio para seguir sumando voluntades en el desarrollo de políticas públicas sobre drogas, basadas en estrategias preventivas locales que respondan a la evidencia científica.”

A través del programa “Youth in Iceland” (Juventud en Islandia), que se puso en marcha en 1998, se realiza un mapeo bienal a partir del cual se encuesta a los jóvenes de todas las escuelas y se les consulta sobre sexo, pautas de consumo, características de sus hogares, ausentismo escolar y problemas emocionales, entre otras variables. “Nuestro programa se basa en tres pilares: la evidencia científica, el trabajo municipal y la creación y el diálogo permanente entre los investigadores, los políticos y los profesionales”, explicó el especialista islandés.

Luego, con esos datos se realizan informes de cada distrito y escuela que son posteriormente analizados entre las instituciones escolares, la comunidad local y los municipios a efectos de identificar los principales factores protectores y de riesgo, y así potenciar los primeros y debilitar los segundos. En ese sentido, Sigfússon subrayó la importancia de trabajar con datos actualizados: “No se debe entregar esa información tres o cuatro años después porque se convierte en inútil.”

Los estudios realizados demostraron la importancia de los factores parentales como elementos de contención, compañía, apoyo y control de sus hijos. En ese sentido, se observó la necesidad de que los padres generen ambientes positivos para los chicos y que, además, los jóvenes utilicen parte de su tiempo de ocio realizando actividades extracurriculares: deporte, música, teatro y danza, entre muchas otras.

“Los programas de prevención que se usaron antes en Islandia no funcionaron porque se basaban en asustar a los chicos hablándoles sobre los riesgos que tiene el consumo de drogas y ellos ya lo saben”, explicó Sigfússon. “Por ello, decidimos trabajar la prevención primaria y capacitar a los adultos para fortalecerlos como factores preventivos y, de esa manera, generar entornos de contención para los jóvenes, exhortando a los padres a que pasen más tiempo con sus hijos”.

En ese sentido, el gobierno islandés incrementó el presupuesto destinado a las actividades extracurriculares y, de ese modo, logró que solo un 5% de los jóvenes de 14 a 16 años haya bebido alcohol en el último mes, que el 3 por ciento fume tabaco a diario y que el 7% consuma hachís. “Es un modelo fácil de trasferir a otros países”, aseguró el experto.

Participaron de la jornada profesionales del Hospital Nacional en Red Laura Bonaparte (Ex CENARESO), de Jefatura de Gabinete de Ministros y de las carteras nacionales de Salud, Trabajo y Justicia. Además, estuvieron presentes representantes del Consejo Federal de Drogas (COFEDRO) y referentes del Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad de Buenos Aires.