El surf como herramienta de prevención de los consumos problemáticos
Chicos y chicas de distintos barrios de Mar del Plata participan de las clases de la Escuelita de Surf que organiza el Dispositivo Integral de Abordaje Territorial (DIAT) El Martillo, de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la República Argentina (SEDRONAR).
Este proyecto busca que los y las jóvenes experimenten una práctica deportiva que mejora la calidad de vida y potencia actividades saludables en contacto con la naturaleza. A su vez, promueve el derecho al acceso al patrimonio natural y cultural, desde una lógica de restitución de derechos.
La actividad, enmarcada dentro de las estrategias de promoción de la salud integral, se realizó durante la temporada de verano y continuará en las próximas semanas, con clases de yoga, entrenamiento físico y ejercicios en las playas de Acantilados o Waikiki. Esta propuesta permite, además trabajar el desarrollo de un proyecto de vida y la prevención de los consumos problemáticos de sustancias, generar nuevos repertorios posibles en la oferta de actividades para ellos y ellas.
El surf combina trabajo aeróbico con tonificación: al remar contra las olas y en el mar se mejora el funcionamiento cardiorrespiratorio y se queman calorías al mismo tiempo que se trabajan músculos de los brazos y espalda. Con esta práctica, los y las jóvenes no sólo trabajan el cuidado del cuerpo sino también el desarrollo psicomotriz, la coordinación, la reducción del estrés y el control de la ansiedad, lo que conlleva beneficios, personales, mentales, físicos y sociales.
“La ciudad da la oportunidad de hacer este deporte. Ninguno lo había hecho, porque parece inaccesible. Es un deporte divertido. No es fácil, pero cuando lo prueban, se divierten mucho. Les gusta a todos”, asegura Agustín Quesada, psicólogo y profesor de surf.
El tallerista destaca que si bien se practica de forma individual, los jóvenes entran al mar en grupos, con lo cual “favorece los vínculos entre pares y el vínculo con el ecosistema y la naturaleza” y se produce además “transmisión de valores de la filosofía del surf”.
Por su parte, el director del DIAT El Martillo, Joaquín Simon, remarcó que la implementación de este taller a su vez “favorece la adherencia al tratamiento de los usuarios” al dispositivo que presentan dificultades respecto del consumo de sustancias. “Se busca que encuentren actividades que favorezcan el fortalecimiento del sí mismo mediante propuestas que representen alternativas identitarias respecto de aquellas atravesadas por el consumo, entre ellos el de sustancias psicoactivas”, explica.
Los dispositivos de la secretaría en la ciudad se han constituido como espacios de referencia en la temática. “Los dispositivos Martillo y Casa Caracol (Barrio Malvinas) así como el equipo de abordaje territorial han fortalecido las posibilidades de intervención de los consumos problemáticos tanto en la prevención y la promoción como en la asistencia desde el paradigma de reducción de riesgos y daños”, explica Simon.