Avanzando con los objetivos del programa de Cooperación del Cono Sur en el marco de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible en búsqueda de Paz, Justicia e Instituciones fuertes se llevó adelante en el histórico edificio de San Telmo una jornada de capacitación a fin de fortalecer al personal en la materia.

Con la presencia del Subsecretario de Asuntos Penitenciarios Julián Curi, el Subdirector Nacional Inspector General Diego A. Morel, la Señora Jefa en Argentina de la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito para la región andina y el cono sur Lucía Consoli, junto a la directora de los programas de la oficina internacional de asuntos antinarcóticos y aplicación de la ley del departamento de estado de los Estados Unidos Jessica Kuhn, y el Señor Director general del Cuerpo Penitenciario Inspector General Arnaldo Leguizamón, las jornadas se desarrollan íntegramente en la Academia Superior de Estudios Penitenciarios.

Con el objetivo de prevenir, investigar y enjuiciar las operaciones de crimen organizado transnacional que se originan en las prisiones y a través de las fronteras, la actividad propone fortalecer las capacidades de las entidades gubernamentales de Argentina buscando combatir los riesgos de corrupción en las autoridades penitenciarias. Participaron personal de la Organización de las Naciones Unidas, de la embajada de los Estados Unidos, como así también personal del Servicio Penitenciario Federal.

Atacar los desafíos que se presentan por el crecimiento del crimen organizado, el aumento de la población penal sumado a los problemas de corrupción en contexto de encierro, el curso tiene como finalidad fortalecer la aplicación de la ley, la justicia penal y la capacidad penitenciaria del Cono Sur para prevenir, investigar, procesar e interrumpir las operaciones que la criminalidad organizada transnacional origina desde las prisiones.

La UNODC, propulsora de esta capacitación, trabaja junto con los Estados y la sociedad civil para evitar que las drogas y el delito amenacen la seguridad, la paz y las oportunidades de desarrollo de los ciudadanos trabajando articuladamente entre los sistemas penitenciarios regionales enmarcados en las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela y Reglas Bangkok).

Por último, es importante señalar que el personal penitenciario es formado continuamente en consonancia con las mejores prácticas de gestión en materia de capacitación y desarrollo en consonancia con las corrientes criminológicas contemporáneas y los modernos criterios de seguridad.