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CNEA participó en la investigación que revela las técnicas ancestrales de los ceramistas del NOA

Cinco instituciones de nuestro país y una contraparte de Dinamarca desentrañaron cuál fue la tecnología de producción de los pigmentos negros usados por los ceramistas del NOA para pintar los recipientes tradicionales.

Un equipo internacional conformado por científicos y científicas del CONICET, la Universidad Nacional de Catamarca, la Universidad Nacional de Mar del Plata, la Universidad de Buenos Aires y la Comisión Nacional de Energía Atómica, junto a la University of SouthernDenmark, de Dinamarca, concretó una serie de estudios para revelar las tecnologías de producción de los pigmentos hallados en las pinturas de vasijas cerámicas de la región noroeste de nuestro país, durante los períodos Tardío (siglo X al XV) e Inca (siglo XV al XVII).

El descubrimiento permitió determinar que los recipientes tradicionales del Valle de Abaucán, Catamarca, fueron creados y pintados de colores rojo, negro y blanco o crema, antes del proceso de cocción del material, gracias a la combinación de arcilla y de un pigmento mineral producido a base de manganeso molido.

De esta manera, se constató el conocimiento que artesanos de ambos períodos tenían sobre los minerales que aplicaban; ya que además de identificarlos y extraerlos, conocían los cambios que sufrían cuando eran sometidos a diferentes temperaturas.

A través de enfoques no invasivos y multianalíticos, por medio de la complementación de técnicas de análisis microscópico y químico uRaman (Μrs), de espectroscopía de infrarrojos (FT-IR) y difracción de rayos X (XRD), el equipo de investigación identificó que el color negro fue logrado gracias a la mezcla del mineral de manganeso con arcilla.

La técnica utilizada permitía lograr colores negros bien definidos para aplicar sobre los fondos rojos que caracterizaban la alfarería de esos momentos, a partir de un proceso de cocción oxidante en hornos hallados en la región circundante a la ciudad de Tinogasta. La investigación permitió determinar, también, la sencillez y rentabilidad del proceso empleado para crear, pintar y hornear grandes vasijas.

La técnica de producción del color negro continúa vigente ya que el manganeso sigue siendo el mineral colorante utilizado entre los ceramistas tradicionales de la zona.

"Nuestro aporte en este trabajo es un claro ejemplo de la utilización de las grandes capacidades experimentales de caracterización que posee CNEA para dar servicios y contribuir en colaboraciones con grupos externos", destacó Guillermo Rozas, investigador del Laboratorio de Optoelectrónica y Fotónica (LPO), en el Centro Atómico Bariloche (CAB).

Rozas explicó que el equipo utilizado es un espectrómetro LabRAM HR Evolution, instalado en el mencionado laboratorio, perteneciente a la Gerencia de Física de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Fue adquirido mediante un subsidio de la Agencia de Promoción Científica y Técnica orientado a consorcios de laboratorios (PICT-E), y planeado específicamente para cubrir la alta demanda de servicios y colaboraciones para caracterizaciones ópticas de materiales que recibía el laboratorio por parte de grupos internos y externos de CNEA. "Es de uso abierto, está disponible en el Sistema Nacional de Microscopía, y hoy en día es utilizado tanto por usuarios locales como externos al CAB, además de por el propio LPO", agregó el investigador.

Además del equipo, la CNEA aportó la formación en el uso del mismo de una de las autoras del trabajo y en el asesoramiento sobre las condiciones de medición. "Participé del análisis e interpretación de los resultados, además de estar siempre disponible como soporte técnico", concluyó Rozas.

Informe: Conicet

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