Altas temperaturas en vías ferroviarias
Durante la investigación, se detectó una torcedura de la vía debajo del vagón en posición N° 40. Cuando se tomaron las medidas de la trocha en la zona donde se registró el inició del suceso, uno de los valores arrojó 1426 milímetros (mm), lo que sugiere una reducción de la trocha de -9mm en relación a su valor nominal, que es de 1435 mm.
La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) finalizó la investigación del descarrilamiento con el tren de carga N° A02, traccionado por la locomotora N° 9404 y compuesto por 42 vagones tolva granero. El suceso ocurrió en la Provincia de Entre Ríos el 19 de enero de 2021 a la altura del kilómetro 141,5, en cercanías de la estación Brazo Largo.
Durante la investigación, se detectó una torcedura de la vía debajo del vagón en posición N° 40. Cuando se tomaron las medidas de la trocha en la zona donde se registró el inició del suceso, uno de los valores arrojó 1426 milímetros (mm), lo que sugiere una reducción de la trocha de -9mm en relación a su valor nominal, que es de 1435 mm.
La vía donde ocurrió el accidente está conformada por rieles de 36 metros y fijaciones elásticas. Según la Norma Técnica de Vía y Obra °15 para este tipo de vías, los extremos de los rieles entran en contacto por efecto de dilatación a partir de los 43°C. En función a las fórmulas aplicadas por los equipos de investigación de la JST, se estimó que, durante el día del suceso, la temperatura de los rieles pudo haber alcanzado los 50,75°C +/-3, superando la temperatura de cierre indicada por la norma.
La dilatación de los rieles a elevada temperatura provoca fuerzas de compresión que se manifiestan en esfuerzos longitudinales de la superestructura de vía. Cuando el conjunto de la superestructura de vía ya no pudo soportar los esfuerzos de compresión, se produjeron diferentes puntos de torcedura de la vía. Este achicamiento de 9 milímetros, sumado a los movimientos de oscilación inherentes a la circulación de los vehículos ferroviarios, pudieron haber provocado que el tren no logre sortear el pandeo, desencadenándose el descarrilamiento.
Además, durante el proceso de investigación no se obtuvo evidencia sobre la vigencia de sistemas o mecanismos de monitoreo de la temperatura de los rieles, que permitan advertir sobre posibles deformaciones y torceduras de vía cuando se exceden las temperaturas máximas de diseño.
A su vez, respecto a las características técnicas de los vagones, se identificó que el tipo de enganche “mandíbula” pudo haber provocado el vuelco de una cantidad importante de vagones que no habían descarrilado de forma inicial, generando un accidente de mayor magnitud.
Estos enganches se vinculan a los vehículos a través de una barra llamada yugo, con un mecanismo de amortiguación. Permiten la tracción o transmisión del esfuerzo entre los vehículos tractivos y remolcados cuando se ponen en movimiento. A su vez, cumplen la función de choque, es decir, la transmisión de esfuerzos de compresión entre los vehículos al momento de la detención o el frenado de los mismos. A diferencia de otros tipos de enganches utilizados en la Argentina, poseen mayor rigidez y son resistentes a la torsión debido a su estructura y diseño, y tiene mayor capacidad de tracción.
En base a lo investigado, la JST recomienda:
Implementar un sistema de monitoreo de temperatura en ejes, ruedas y rieles, que aporte datos precisos a tener en cuenta en la operación de los servicios.
Realizar un análisis comparativo entre los enganches “mandíbula” de origen extranjero incorporados al servicio ferroviario en los últimos años y los enganches existentes en vagones de fabricación nacional utilizados en otras líneas de la misma operadora, para determinar si existen diferencias de comportamiento en la torsión de estos.
Enlace al informe completo: https://jst.gob.ar/files/informes/FE/2021/011921-06202248/ISO-06202248-21.pdf