Presidencia de la Nación

Adiós a Delia Giovanola, una de las doce fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo

Falleció ayer a los 96 años. Fue una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. En 2015 pudo encontrar a su nieto Martín, nacido en cautiverio. “Nos juntamos accidentalmente mujeres totalmente desconocidas y formamos un vínculo que perdura a través de tantos años”, recordó en una entrevista.

Delia Giovanola, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, falleció a los 96 años. Pero dejó su trabajo incansable, su ejemplo, su legado.

En la madrugada del 16 de octubre de 1976, durante la última dictadura, su hijo Jorge fue secuestrado junto con su pareja Stella Maris, embarazada de ocho meses, en su casa de La Plata.

Pero la pequeña Virginia, hija de la pareja, quedó en su cuna. Delia fue a buscarla y se hizo cargo de ella, mientras buscaba desesperadamente a Jorge y Stella Maris.

“Yo llevó 45 años de búsqueda. Mi hijo y mi nuera siguen estando desaparecidos. La lucha continúa”, dijo en en la entrevista.

Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que la pareja permaneció en el centro clandestino de detención “Pozo de Banfield”, donde Stella Maris dio a luz un niño el 5 de diciembre de 1976. El parto, “asistido” por médico genocida Jorge Antonio Bergés, fue en la cocina del lugar, ella esposada, los ojos vendados y arriba de una chapa. Dos días después fue despojada de su bebé, que fue vendido a un matrimonio, mientras que la madre era trasladada al “Pozo de Quilmes”.

El reencuentro

Cuando su nieta Virginia cumplió 18 años empezó a buscar con su abuela a sus padres y a su hermano. En 2011, a los 38 años, lamentablemente Virginia entró en una depresión de la que no pudo salir y se quitó la vida. Cuatro años después Delia encontró a su nieto, el 5 de noviembre de 2015.

El relato de Delia sobre el momento en el que se enteró de que su nieto había aparecido marca las particularidades de cada caso en lo que a nietos recuperados se refiere: “Cuando llegué estaba lleno, entonces entro, los miro y les digo ¿qué pasa? Nada. Digo bueno me voy. Pego la vuelta, agarro el pomo de la puerta para irme, y ahí empiezan a los gritos".

"¡No!, encontramos a Martin, encontramos a Martin. Gran griterío y ahí empecé yo. Reírme, llorar al mismo tiempo, me derrumbe en la silla”.

“Sé que fui corriendo por la parte de atrás de la institución donde hay una habitación y agarro el teléfono y lo agarro así y empiezo a los gritos, Martín, Martín, te encontré Martín. Y le digo bueno, te tengo que dejar porque la prensa está esperando que vaya. Dice: andá tranquila. Después, más tarde, te llamo. ¿En serio me vas a llamar de nuevo? Y sí, si sos mi abuela”, recordó Delia en aquella entrevista.

En 1982, su foto con un cartel con la inscripción “Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también” recorrió el mundo y visibilizó la lucha de Abuelas.

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