Buenos Aires – El sábado por la mañana se llevó a cabo en el Museo Naval de la Nación (MUNN) una ceremonia conmemorativa tras cumplirse 65 años del naufragio del velero escuela alemán “Pamir”.

El acto estuvo encabezado por el Embajador de la República Federal de Alemania en Argentina, Ulrich Sante. Lo acompañaron el Director de Relaciones Institucionales de la Armada Argentina, Comodoro de Marina Fabián Eduardo Ramallo; el Agregado Militar de la Embajada de la República Federal de Alemania, Coronel Bernd Pfaffenbach; el Agregado Cultural de República Federal de Alemania, Markus Sasse; y el Presidente de la Federación de Asociaciones Argentino-Germanas, Rodolfo Hepe.

Además, la Banda de Música del Estado Mayor General de la Armada Argentina y el coro náutico “Passat Chor” se hicieron presentes interpretando diferentes piezas musicales.

Para comenzar se entonaron las estrofas de los Himnos Nacionales de Argentina y de Alemania, dando lugar a las palabras de apertura, a cargo del Director del MUNN, Capitán de Fragata Roberto Tramandoni.

“Este hecho de trascendental importancia para el pueblo alemán, hoy convoca a alemanes y argentinos para hacer un alto en nuestras rutinas y conmemorar la historia de tan insigne navío. Recordar con amor a nuestros seres queridos confiere de una calidez especial a nuestro corazón. Nos permite seguir sintiéndolos cerca, sentir que tuvo un sentido su existencia y que depositaron aquí semillas que siguen germinando”, destacó.

A continuación, el Presidente de la Federación de Asociaciones Argentino Germanas, Rodolfo Hepe, pronunció palabras alusivas y seguidamente la Pastora Karin Krug brindó un oficio religioso ecuménico.

Para concluir, representantes de la Armada Argentina y de la institución Rettet die Passat colocaron ofrendas florales frente al modelo del velero “Pamir” que se encuentra expuesto en el Museo.

La historia del “Pamir”

El velero escuela “Pamir” fue botado el 29 de julio de 1905 como bricbarca para realizar viajes transoceánicos y transportar mercancías desde América del Sur a Europa. La unidad se constituyó como una de las más emblemáticas y veloces de su época, siendo además uno de los últimos veleros comerciales en cruzar el Cabo de Hornos.

Para 1957, la unidad se encontraba navegando desde Buenos Aires hacia Hamburgo cargando 4000 toneladas de cebada. Su dotación estaba conformada por 86 efectivos: 35 tripulantes y 51 cadetes de la Marina Mercante que completaban a bordo su formación profesional.

El 2 de septiembre, mientras el velero atravesaba las Islas Azores en el Atlántico Norte, fue interceptado por el huracán Carrie, lo que imposibilitó su maniobra, dejándolo a la deriva. Como consecuencia, 80 marinos perdieron la vida, entre ellos el capitán Johannes Diebitsch. Solo seis marineros, incluidos dos cadetes, fueron rescatados con vida. La búsqueda de supervivientes duró nueve días y requirió la asistencia de 150 barcos.

Durante su paso por Buenos Aires, varios de los jóvenes dispuestos a aprender el arte de la navegación habían sido alojados en hogares de la comunidad germano-argentina porteñas, por eso la tragedia significó una sentida pérdida para nuestro país.