Presidencia de la Nación

223.° aniversario del natalicio del teniente general Eustoquio Frías

En el marco de las celebraciones por el bicentenario del fin de la Guerra de la Independencia de América del Sur, en la ciudad de Salta se realizó un homenaje al militar que participó de las Campañas de Chile y Perú, la Guerra contra el Imperio del Brasil y las luchas por la Organización Nacional.

El acto tuvo lugar en el Panteón de las Glorias del Norte de la Catedral Basílica de Salta, y fue presidido por el vicegobernador salteño, acompañado por el comandante de la Vta Brigada de Montaña.

Inicialmente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, ejecutado por la Banda Militar “Coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos” del Regimiento de Caballería de Exploración de Montaña 5. Luego, los integrantes del Regimiento de Granaderos a Caballo depositaron ofrendas florales al pie de la tumba del teniente general Eustoquio Frías y se tocó Silencio Militar.

Finalizado el responso, que estuvo a cargo del arzobispo de Salta, un descendiente del héroe de la Independencia, Rodrigo Frías, realizó una semblanza sobre el prócer. También, el historiador Martín Villagrán San Millán, académico de número del Instituto Nacional Belgraniano y vocal primero de su Consejo Directivo, pronunció unas palabras sobre el general Frías.

La ceremonia se dio por finalizada tras la ejecución de la Marcha de San Lorenzo.

Cabe señalar que, el 20 de septiembre, en la localidad de Cachi, se inaugurará un busto en recuerdo de Eustoquio Frías.

Quién fue el general Frías

Eustoquio Frías nació el 20 de septiembre de 1801 en Cachi, provincia de Salta. En marzo de 1816, se incorporó como soldado en el Regimiento de Granaderos a Caballo y, dos años más tarde, fue trasladado a Chile, con el último batallón de Granaderos, donde participó de la campaña de Chillán. También tomó parte de las campañas del Perú, de la Sierra, de Quito, de Puertos Intermedios y de Ayacucho, así como de las batallas de Nasca, Cerro de Pasco, Callao, Riobamba y Pichincha, en todos los casos, a órdenes del coronel Juan Lavalle.

El teniente general Frías y su ayudante. Foto del Archivo Histórico de la Nación. C. 1870
El teniente general Frías y su ayudante. Foto del Archivo Histórico de la Nación. C. 1870

Cuando Lavalle regresó a Lima, dejó a los Granaderos a cargo de Frías, quien los llevó hasta la capital peruana unos meses más tarde. A mediados de enero de 1823, participó en un combate en Chunchanga, donde fue herido de gravedad. Al año siguiente, se incorporó en Huaraz al ejército de Simón Bolívar, junto con otros 120 granaderos, y luchó en la batalla de Junín. Fue también uno de los 80 granaderos argentinos que protagonizaron la victoria de Ayacucho.

Regresó a Buenos Aires en febrero de 1826, en las filas de los Granaderos comandados por José Félix Bogado, como portaestandarte. Disuelto el Regimiento, se sumó a la campaña del Brasil en el Regimiento de Caballería 16, al mando de Olavarría, y peleó en la batalla de Ombú.

Combatió a órdenes del coronel Juan Lavalle en la batalla de Ituzaingó, a cuyo término fue ascendido: Lavalle alcanzó el grado de general y Frías, el de capitán.

Posteriormente, se unió a las tropas unitarias y estuvo presente en la batalla de Caseros, junto con Urquiza, para luego finalizar su carrera acompañando al general Emilio Mitre en la campaña del Desierto. Este notable militar quiso volver a empuñar las armas en la guerra de la Triple Alianza, pero su solicitud fue rechazada por su “edad avanzada”. Tenía 63 años, y un cuerpo minado por tantos combates.

Fue ascendido a teniente general en 1882 y, dos años más tarde, fue nombrado comandante de la Guarnición Militar Buenos Aires, un mero cargo administrativo que ocupaba cuando ocurrió la revolución radical de 1890, en la que no tuvo actuación. Pasó a retiro en diciembre de ese año.

Falleció en Buenos Aires en marzo de 1891, a los 89 años. Sus restos descansaron en el Cementerio de la Recoleta durante 40 años, hasta su traslado al Panteón de las Glorias del Norte, en la ciudad de Salta.

Scroll hacia arriba