Durmientes sintéticos: la CNRT participa en la aprobación del cambio de maderas por plástico reciclado en vías de tren
La Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), organismo del Ministerio de Transporte, intervino en la aprobación para la utilización de durmientes fabricados con plástico reciclado en las vías del tren. Tienen una duración estimada de 50 años y a través del reciclo de 12.200 toneladas se evita la tala de 27.000 árboles.
"Como ente de control tomamos intervención en esta iniciativa que busca la producción de un lote de 100.000 durmientes en tres años. Veníamos trabajando en diversas alternativas, surgiendo los durmientes sintéticos construidos a partir de plástico reciclado, como la más prometedora de todas, mereciendo una resolución conjunta entre el Ministerio de Transporte y de Ambiente, que ha declarado de interés nacional su desarrollo. Sin dudas, este desarrollo constituye un claro ejemplo de políticas públicas concretas y activas, a través de logros colectivos que continúen mejorando nuestro sistema ferroviario."
Horacio Faggiani, gerente de Fiscalización Técnica Ferroviaria de la CNRT.
Es importante destacar que, para la construcción de vías nuevas, existe la alternativa actual del durmiente de hormigón, pero para el mantenimiento de las ya existentes, debe recurrirse a sustituir los durmientes de quebracho con un material equivalente en tamaño, forma de agarre y comportamiento, lo cual resulta inviable que sea resuelto otra vez con esta madera.
El puntapié inicial para el cambio fue en 2021 con la Norma IRAM 1610 que regula el desarrollo de la tecnología de durmientes sintéticos en Argentina. Fue impulsada por las Cámaras empresarias vinculadas al sector del plástico y del reciclado, las empresas líderes y Pymes. Para su fabricación, ese mismo año, a partir del Concurso de Proyectos Integrales la operadora estatal del sistema ferroviario de cargas, BCyL, inició el proceso de licitación para fabricar los primeros 100.000 durmientes sintéticos que reemplazarán a los de madera, lo cual se extenderá luego para acondicionar los 20.000 km de vías férreas existentes en el país. La empresa que resultó adjudicada calculó utilizar unas 12.200 toneladas de plástico de difícil reciclado en la fabricación de esos 100.000 durmientes.
De este modo, se apunta al reemplazo gradual de los durmientes de quebracho que necesitan ser retirados para instalar los de material sintético. El cambio de madera por plástico representa varias ventajas, siendo la principal: el enorme beneficio ambiental. Los durmientes sintéticos tienen una duración estimada de 50 años con opción de ser reutilizados y sin posibilidad de astillarse o pudrirse, frente a los de madera blanda obtenibles hoy en día que se mantienen en condiciones hasta un máximo de 15 años antes de empezar a descomponerse. Por lo cual, la cantidad de toneladas de plástico que se utilizarán equivale a unos 27.000 árboles no talados. Además, actualmente los arboles de quebracho son una especie protegida que tarda hasta 80 años en poder regenerarse una vez talados.
Concluida la etapa de diseño, pruebas y ensayos, en la estación Sorrento de la ciudad de Rosario (Santa Fe) comenzará la etapa de seguimiento del comportamiento real en servicio con la instalación de la primera tanda de 80 durmientes. En esta fase los durmientes sintéticos estarán expuestos, por dos meses, al paso de las formaciones hasta comprobar que soportan 500.000 toneladas. A su vez, se examinará el comportamiento ante los cambios de temperaturas y variables climáticas con el objetivo de garantizar el correcto funcionamiento de los primeros durmientes producidos a partir de materiales reciclados fabricados en el país.
La CNRT, a través de sus inspectores de Vía y Obras, controlarán su funcionamiento y, además, forma parte del Comité de Seguimiento, integrado por representantes del Belgrano Cargas y Logística (BCyL), el Centro Nacional de Desarrollo e Innovación Ferroviaria (CENADIF), perteneciente a Ferrocarriles Argentinos SE (FASE) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), para la evaluación de las distintas etapas de implementación y el registro de su funcionamiento.