El concepto de eficiencia energética hace referencia a la capacidad para obtener los mejores resultados en cualquier actividad (proceso industrial, organización, etc.) o uso de unidad funcional (vivienda unifamiliar, propiedad horizontal, fábrica, escuela), empleando la menor cantidad posible de recursos energéticos. Entender esta definición puede ser fácil, pero aplicarla no lo es tanto; en especial cuando nos proponemos ahorros energéticos significativos. Por ejemplo, ¿de qué forma se pueden alcanzar reducciones de los consumos energéticos superiores al 30-40 %?

El camino para lograr grandes reducciones en el consumo de energía es aplicar la eficiencia energética al sistema energético completo, no solo a algunas de sus partes. Esto es lo que hace posible obtener resultados realmente relevantes. Ello implica la identificación de oportunidades de ahorro en energía a partir de la medición, estudio y comprensión de cómo se relacionan entre sí las variables energéticas en tiempo real, la forma de los consumos –cuánto y cómo-, el efecto energético de las partes integradas entre sí, la mejora continua, etc.

Los especialistas saben que un sistema, cualquiera sea, es siempre más complejo que la suma de sus partes. Distinguir entre un sistema y la suma de sus partes puede parecer algo abstracto a primera vista, pero el concepto es fácil de comprender. Por ejemplo, no hay duda de que el cuerpo humano es, en esencia, un sistema complejo. Este es mucho más que la suma de sus órganos y tejidos individualmente, ya que un cuerpo implica también el funcionamiento coordinado de todas sus partes. Siguiendo la misma línea de pensamiento, podemos mirar a una empresa u organización como sistemas energéticos, en donde el ahorro energético que puede conseguirse es más que la suma de los ahorros individuales potenciales que pueden obtenerse de sus equipos o procesos. Es en este abordaje cuando es posible alcanzar la máxima reducción de los consumos de energía. Y cuanto más compleja es la actividad, instalación u organización sobre la cual queremos identificar oportunidades de reducir los consumos, más importante es el enfoque sistémico.

En particular, las grandes organizaciones deben ser vistas como sistemas complejos. Y hablando de ellas, es oportuno mencionar el factor humano. Las costumbres, comportamientos, actividades, concientización y procedimientos operativos del personal resultan relevantes a la hora de hablar de reducción de consumos. Todo cuenta.

La eficiencia energética sistémica, o también llamada eficiencia energética holística, para resultar exitosa exige la aplicación de conocimientos en gestión y uso inteligente de la energía, automatización, planificación predictiva, uso de software, ciencia de datos, Internet de las cosas, etc.

En el IEDS hemos realizado diversos estudios que ejemplifican la importancia de medir y entender los consumos de forma integral, analizando los sectores, las partes, para luego comprender cómo se interrelacionan entre sí. En este camino, alguno de los estudios que hemos realizado y que estamos abordando son los siguientes:

• Desarrollo del software Qalcular para el cálculo de transferencias térmicas en muros.
• Simulación de consumos de aparatos dispensadores de agua fría y caliente.
• Muestra estadística del patrón de consumo eléctrico del Centro Atómico Bariloche.
• Diagnóstico energético de un sistema térmico de un edificio Investigación y Desarrollo de CNEA por el método directo.
• Relevamiento de los consumos de energía de la Sede Central de CNEA.
• Mediciones de consumo y comportamiento humano de un sector de oficinas.
• Cálculo predictivo de la potencia contratada en el Centro Atómico Bariloche.
• Mediciones en tiempo real de variables eléctricas en edificios.
• Análisis térmicos a partir de termografías
• Instalación de instrumentos para medir variables atmosféricas que serán utilizado más adelante para la elaboración de modelos energéticos.
• Estudio de oportunidades de mejoras energéticas en la escuela Otto Krause (CABA).
• Medición de gases de combustión de calderas y procedimiento operativo.