Con representación de ministerios, organismos públicos y de los tres poderes del Estado Nacional se llevó a cabo este lunes una reunión que celebró los tres años de la sanción de la Ley Micaela, Encuentro Nacional "Formamos para Transformar(nos)", en la sede del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

El encuentro contó con la presencia de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, de la asesora presidencial e integrante del consejo asesor del ministerio, Dora Barrancos, del Director Institucional del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP) Mauro Solano y de Néstor “Yuyo” García, papá de Micaela, militante feminista violada y asesinada y cuyo caso le dio nombre a la ley 27.499 que lleva adelante la capacitación transversal en el Estado Nacional sobre la temática de género.

Gómez Alcorta valorizó la organización del encuentro en el propio ministerio, que nació con la gestión del Presidente Alberto Fernández, y aseguró que “la Ley Micaela es una normativa que nos enorgullece. Propone salir de una reacción punitiva frente a las violencias de género. Y lo hace planteando la capacitación y la formación como la herramienta para lograrlo”.

La ministra subrayó además que “la ley tiene una potencia que desborda. Para nosotras es además una llave que nos abre puertas para llegar también a otros ámbitos para transformar todo lo que deba ser transformado”.

Dora Barrancos puso en el centro de la escena que se trata de una ley que representa “un verdadero bien de exportación” de la Argentina y la puso en línea con la Ley de interrupción del embarazo y la ley de cupo trans que impulsó el gobierno nacional. Al mismo tiempo destacó que tanto el Presidente como su Gabinete fueron los primeros en recibir la capacitación en la Ley Micaela, lo que marcó el camino de su impacto. “El ministerio realizó una tarea inmensa, pero el proceso de capacitación debe ser constante para erradicar el patriarcado del Estado argentino en todos sus poderes y lograr su re sensibilización”, aseguró.

“Yuyo” García detalló algunos pasos previos a Ley Micaela, mientras destacó que el caso de su hija dejó a la luz muchas fallas en el Estado e hizo un llamado a apropiarse de la ley y a seguir trabajando para que no existan más desigualdades por temas de género.

Mauro Solano, director institucional del INAP, felicitó enfáticamente al equipo del ministerio por el trabajo realizado, al tiempo que recordó que la primera acción de la Secretaría de Gestión y Empleo Público se cristalizó con una reunión con la ministra Gómez Alcorta para trabajar en la aplicación de la Ley Micaela. “Esta ley nos marca desde el inicio de la gestión, se trata de una política estratégica del gobierno por mandato presidencial para lograr transformar la temática de género en bandera y para nosotros, desde la SGyEP y el INAP, transversalizar la capacitación con una propuesta de trayecto formativo al respecto”, aseguró Solano.

El funcionario sumó datos representativos del impacto de la ley, que ya cuenta con más de 47.000 agentes de la administración central con cursos aprobados, al tiempo que apeló a continuar con el inmenso trabajo realizado incluso en el contexto de pandemia.

La Ley Micaela (27.499) es una ley que nació por la movilización popular y que dispuso la capacitación obligatoria en todos los poderes del Estado Nacional en temática de género. Fue impulsada y aprobada en memoria de Micaela García, una joven militante popular, feminista y del movimiento “Ni Una Menos” que fue violada y asesinada.