Para realizar el balance térmico, se miden principalmente dos parámetros en relación al intercambio de energía entre el interior y exterior del edificio. Uno de ellos es el intercambio de calor por transmisión a través de cada una de las superficies de la envolvente, entendiendo por envolvente al conjunto de todos los elementos que conforman la capa externa del edificio.

El otro parámetro es el intercambio de calor por infiltraciones de aire, es decir, esa entrada o salida de aire que no controlamos, y que tiene que ver principalmente con las aberturas del edificio (sus características constructivas, hermeticidad y velocidad del viento que incide sobre ellas).

En la práctica, esto se resume en el uso de tablas a partir de ensayos realizados.

Pero podemos preguntarnos si debemos usarlas en el caso de viviendas existentes, donde podemos conocer este valor experimentalmente.

AUTOR

Arq. Ana Laura De Andrés
Docente en la materia de Proyecto (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo / Universidad de Buenos Aires)
Desarrolla sus actividades en el campo de la eficiencia energética y la bio-arquitectura