Profesionales del campo y del espacio
El 6 de agosto se celebra el Día de las Ciencias Agropecuarias en Argentina, como un recordatorio de la primera vez que comenzó a dictarse la carrera de Agronomía en la Argentina, 1883. Desde CONAE homenajeamos a quienes ocupan un rol fundamental para la Misión SAOCOM.
Algunas de las principales aplicaciones de los satélites de observación de la Tierra son orientadas al sector agropecuario. Por esta razón, los ingenieros agrónomos ocupan un rol fundamental en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y, particularmente, en la Misión SAOCOM, cuyo producto estrella es el Mapa de Humedad del Suelo, una herramienta innovadora para el manejo de los cultivos agrícolas. En el Día de las Ciencias Agropecuarias, los homenajeamos.
Luciano Romaldi estudió agronomía en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y es uno de los siete ingenieros agrónomos que forman parte del proyecto SAOCOM. Participó del desarrollo de los ensayos de calibración y validación de datos del satélite SAOCOM 1A, lanzado en 2018, y ahora aguarda expectante la puesta en órbita del SAOCOM 1B, a finales de agosto desde las instalaciones de la empresa SpaceX, en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.
El Equipo de Mediciones in Situ de la CONAE: de izquierda a derecha, Jorge Izaurralde, Miguel Rodríguez Maiztegui, Luciano Romaldi, Jonatan Mogadouro, Ignacio Pascual, Santiago Bustos Revol y Ezequiel De Luca.
Romaldi empezó a trabajar en la CONAE en 2009 junto al ingeniero agrónomo Jorge Izaurralde. Hasta ese momento realizaba ensayos a campo para la Estación Experimental Agropecuaria Manfredi, del INTA, sobre cultivos como maíz y sorgo. “En CONAE buscaban un especialista en ensayos a campo con soja, maíz, trigo y girasol para hacer seguimientos y evaluación, y realizar modelos relacionados con la respuesta radar a los cultivos. Tenía que tomar información de cultivos y de humedad del suelo para validar los datos del SAOCOM 1A, que se estaba empezando a gestar”, recuerda. Hasta ese momento nunca había imaginado trabajar con satélites.
Santiago Bustos Revol y Luciano Romaldi, realizan mediciones de humedad de suelo y toman medidas de altura de plantas en Trigo, en Bell Ville, Córdoba.
En 2014 ingresó una nueva camada de agrónomos a la CONAE, algunos de los cuales también continuaron su formación en tecnología satelital en la Maestría en Aplicaciones de Información Espacial (MAIE) que brinda el Instituto de Altos Estudios Espaciales “Mario Gulich” de la CONAE y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Así completaron un equipo cuyas tareas comprenden desde la toma de datos a campo, hasta su procesado en gabinete, pasando por el procesamiento de imágenes en sus oficinas. Actualmente estos ingenieros desempeñan su labor en el ámbito de la Gerencia de Observación de la Tierra, en la Unidad del Equipo de Mediciones in Situ.
Los agrónomos Santiago Bustos Revol, Ezequiel De Luca, Jonatan Mogadouro, Miguel Rodríguez Maiztegui y Ignacio Pascual están abocados al procesamiento de imágenes, además de otras tareas a campo. Romaldi, junto con Sebastián Agüero, en cambio, se enfocan en la Red Telemétrica de Humedad, Salinidad y Temperatura del Suelo (RTHS), con instrumentos de medición in situ instalados en más de 70 sitios distribuidos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos, Jujuy, Corrientes y Santiago del Estero. La pandemia del COVID-19 interrumpió la instalación de nuevos nodos, pero cuando termine la cuarentena prevén ampliar los trabajos hasta la Patagonia y otras provincias del norte del país, en particular para cubrir las zonas áridas y semiáridas. La Red está integrada por sensores instalados a campo a 5 cm bajo la superficie del suelo y hasta 2 metros de profundidad, en algunos casos, en colaboración con el INTA, el Servicio Meteorológico Nacional y otros productores agrícolas que se sumaron a la iniciativa.
Nodo de Medición automática de Humedad, Temperatura y Salinidad de Suelo en la EEA-INTA Castelar. De derecha a izquierda: Ezequiel De Luca, Francisco Damiano (INTA), Luciano Romaldi, Sebastián Agüero (VENG) y Lucas Alberto Gusmerotti (INTA).
“Nosotros hacemos la instalación, mantenimiento y calibración de los sensores. Además, realizamos campañas a campo para la obtención de datos de humedad que son utilizados para la calibración del Mapa de Humedad del Suelo, y que a su vez sirven de base para muchos otros productos SAOCOM. Además, en estas campañas recolectamos datos de los principales cultivos del país, tanto fenológicos (crecimiento y desarrollo) como fenométricos (medición de variables como la altura de la planta), que sirven como datos de entrada para los modelos utilizados por los profesionales de la CONAE en la misión SAOCOM”, sostuvo Romaldi.
Trabajo en equipo
A diferencia del trabajo que tradicionalmente se asocia a los ingenieros agrónomos, vinculado con las tareas a campo, Romaldi destacó que el equipo de profesionales de la CONAE no sólo cumple tareas relacionadas con los cultivos, sino que además realizan trabajo de oficina, donde los agrónomos se especializan en el procesamiento de imágenes satelitales Radar y ópticas, para obtener productos de precisión en cultivos como arroz, caña de azúcar, soja, maíz y trigo, entre otros.
Romaldi consideró que los productos que brindan los satélites SAOCOM representan un importante aporte a la toma de decisiones para la agricultura, no sólo en relación a los productores en el campo, sino también para las políticas públicas. Entre ellos, subrayó el Mapa de Humedad del Suelo. “Se trata de una herramienta muy importante que se suma a la agricultura de precisión y al manejo de los cultivos. Su importancia es aún mayor si aumentan las revisitas de los satélites, con el lanzamiento del SAOCOM 1B, y sobre todo si se emplea la banda L, que puede penetrar la vegetación y la superficie del suelo”, consideró, y agregó que a partir de las imágenes que provee el Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés), se genera el Índice de Vegetación Radar (RVI), que a diferencia del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) utilizado para conocer el crecimiento de los cultivos a partir de información satelital óptica, el RVI permite obtener información del cultivo aún en días nublados y de noche.
Para finalizar, destacó el trabajo que realizan los agrónomos junto a otros profesionales para el desarrollo de la tecnología satelital: “Trabajar de manera interdisciplinaria es lo mejor que me pasó en CONAE. En nuestro grupo hay físicos, matemáticos, un oceanógrafo e ingenieros, entre otras profesiones que nos enriquecen mucho, nos abren la mente y aportan buenas ideas”.
Santiago Bustos Revol y Jonatan Mogadouro, realizan mediciones de humedad de suelo en rastrojo de Maiz, en Monte Buey, Córdoba.