El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social realizó operativos de fiscalización en hornos de ladrillos localizados en zonas rurales de la localidad de Coronel Brandsen, en la ciudad de La Plata. Se relevaron 32 trabajadores de los cuales 26 (el 83,2%) no estaban registrados. Las condiciones laborales eran de extrema precariedad.

De los trabajadores nueve eran extranjeros, principalmente de la colectividad boliviana, y no contaban con la documentación habilitante para trabajar en el país. A todos ellos los inspectores del Ministerio les explicaron sus derechos, especialmente a los extranjeros que temían por su estabilidad en el país, detallándoles los trámites que deben realizar en la oficina de migraciones.

Durante las inspecciones se detectó un niño trabajando, por lo que se labró un acta de infracción por trabajo infantil. El trabajo de niños

o niñas menores de 16 años constituye un delito penal, que castiga con prisión de uno a cuatro años al que se aprovechare económicamente del trabajo de un niño o niña. También se detectó un adolescente trabajando sin los permisos necesarios.

Respecto de las condiciones en las que realizaban las tareas, en muchos casos los trabajadores viven con sus familias en casillas de extrema precariedad,

hacinados y sin los servicios básicos cubiertos. No poseen instalaciones eléctricas seguras, ni la ropa de trabajo necesaria.