Un poco de historia
El edificio Yatahi, sede de la Sindicatura General de la Nación, es una de las obras arquitectónicas emblémáticas de la Ciudad de Buenos Aires. De estilo racionalista, se encuentra ubicado en el corazón del barrio San Nicolás y su historia está fuertemente ligada a la vida naviera de nuestro país.
En 1942, en la esquina que forma la intersección entre Corrientes y Reconquista, comenzó a edificarse un nuevo edificio por iniciativa del empresario naviero Alberto Dodero para localizar las oficinas administrativas, directivas y venta de pasajes de su Compañía Argentina de Navegación Dodero S.A.
El proyecto fue llevado a cabo por el estudio de arquitectos de Santiago Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini (SEPRA). Su diseño y parte de su mobiliario fue caracterizado por imágenes y objetos vinculados a barcos.
La obra estuvo a cargo de la Compañía de Construcciones Civiles S.A. y duró dos años. Se inauguró en 1944.
El edificio Yatahi fue muy innovador para la época, ilustraba las influencias de un tiempo fuertemente ligado a la arquitectura del periodo inmediato anterior a la Segunda Guerra Mundial en Alemania e Italia.
Un ejemplo es el edificio Graf Zeppelin en la ciudad alemana de Stuttgart, del arquitecto alemán Paul Bonatz (hoy es un hotel de cinco estrellas) que sirvió de inspiración para SEPRA.
"Asi comenzamos, inspirándonos en los documentos más modernos que teníamos a nuestro alcance en esa época: unas fotografías del edificio Graf Zeppelin en Stuttgart, de Paul Bonatz, que había tomado en el viaje de egresado a Europa, la famosa revista Moderne Bauformen, a la que estábamos suscriptos desde 1937 y luego, por supuesto, la imaginación...Federico Peralta Ramos". (Clarín/Diario de Arquitectura, 2008)
Como también la Facultad de Ingeniería de Bolonia (Italia) de Giuseppe Vaccaro, ejemplo de un monumentalismo simbólico por el que se buscaba sintetizar los elementos formales. (Ortiz, 1964)
Además, se destacan influencias del arquitecto neerlandés Willem Dudok "cuando se observa el sobrio manejo de volúmenes y superficies". (Grossman, 2006)
El edificio tiene una estructura de hormigón armado, muros de mampostería de ladrillo común. La fachada está revestida en piedra blanca de Lobería (Provincia de Buenos Aires), cortada a contraveta que acentúa las líneas del pórtico de entrada. El frente principal tiene, en el relleno entre las ventanas, planchas de cobre. Los pisos de algunas oficinas, sobre todo las del tercer piso ocupadas por el directorio de la Compañía (actualmente ocupadas por las autoridades de la Sindicatura General de la Nación), son de madera de algarrobo blanco y otros de material de fibra prensada “Kentile”.
La circulación vertical la componen tres ascensores con puertas automáticas y uno que era exclusivo para las autoridades de la compañía naviera. Las escaleras principales completan esta circulación, revestidas en mármol gris del Uruguay con barandas de hierro y pasamanos de bronce que arrancan en un hall contiguo a la entrada. Al hall principal se accedía por tres puertas giratorias. Hay un planteo simétrico que utiliza como eje el centro del ingreso principal, un claro énfasis en el gran recinto de atención al público. Actualmente, la entrada es por la esquina de Corrientes 389.
El cielorraso está hecho en forma de bóveda en pino spruce, terminando en forma de casetonado. También en el hall central se conservan cuatro arañas que fueron especialmente fabricadas para el nuevo edificio en construcción. Están hechas en cobre y bronce. En el interior se usaron materiales nobles con los muros revestidos en mármol blanco de Olaen (Departamento de La Punilla, en Córdoba) y el piso de granito rojo de San Luis.
La Revista de Arquitectura, publicada en diciembre de 1945 dice que: “Este edificio ha sido construido con todas las dificultades creadas por el conflicto mundial y en el momento en que la escasez de materiales importados era más aguda; lo que permite decir que su construcción es un orgullo del esfuerzo de la industria nacional. Sus mármoles, piedras, granito, ascensores, bombas, calderas, cañerías de bronce para agua corriente, cañerías de electricidad, accesorios eléctricos son fruto de este esfuerzo”.
Cabe destacar que el edificio se caracteriza por estar engalanado con destacadas obras de arte, especialmente de Quinquela Martín, Fioravanti y de la Cárcova. Además de contar con antiguos instrumentos de navegación.
En el año 1947 su frente obtuvo el primer premio municipal de arquitectura en la categoría Fachadas, que incluía edificios para bancos, oficinas, hoteles, mercados y fábricas.
El magnífico edificio Yatahi pasó a ser propiedad del Estado en 1949. A partir de ese momento la flota comenzó a llamarse "Dirección Nacional de la Flota Dodero" y más adelante "Flota Argentina de Navegación de Ultramar". Todos los bienes de la empresa pasaron a depender del Estado, incluso, como se mencionó anteriormente, el edificio Yatahi.
Unos años después, en 1960 se creó la Empresa Líneas Marítimas Argentinas S.A. (ELMA), compuesta por los buques de la Flota Mercante del Estado (que había sido creada en 1941 bajo dependencia del Ministerio de Marina) y de la Flota Argentina de Navegación de Ultramar.
En 1989, en el marco de la Reforma del Estado, se declaró a ELMA sujeta a privatización total o parcial.
En 1991 se realizó el primer intento de privatización total, que se consigue recién a finales de 1996.
Previo a la liquidación, en 1993, se firmó un contrato de compraventa entre ELMA y la Sindicatura General de la Nación. En esta operación la SIGEN adquirió el edificio Yatahi y el mobiliario existente, tal cual se conservaba.
De esa forma, mediante el Decreto N° 1566/93, quedó aprobada la compra y se llevó a cabo la entrega definitiva del edificio Yatahi a la SIGEN.
Al poco tiempo comenzaron las tareas de refacción que duraron aproximadamente un año. Lo primero que se hizo fue la limpieza general de las paredes. A eso le siguió una renovación general del sistema de cañerías, reparación integral de las redes de iluminación, separación de oficinas mediante mamparas de material y vidrio, construcción de cielorrasos, tabiques y revestimientos con placas de yeso, colocación de alfombras en todos los pisos, provisión de materiales y mano de obra necesarios para ejecutar la readaptación de la instalación sanitaria, de las cloacas y los desagües pluviales en caños, la provisión de ascensores e, incluso, la colocación de nuevas antenas en la terraza del edificio.
Una de las cosas que se destacan del edificio de la SIGEN es un reloj ubicado a 45 metros de altura, es el tercero más alto de la ciudad. El primero es el reloj de la torre de la Legislatura y el segundo es el de la Torre Monumental (Torre de los Ingleses). Es de origen alemán y comenzó a funcionar en 1944 hasta que, a mediados de década del 80, una tormenta voló sus agujas y hubo que quitarlo del edificio por seguridad. En 2007 y luego de estar alrededor de 20 años guardado en un depósito, volvió a funcionar. Puede verse desde Plaza de Mayo.
Un dato interesante es que por los años 90 la Asociación de Amigos de la Avenida Corrientes y el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas decidieron homenajear en vida a las ilustres figuras del tango que supieron animar y engalanar la avenida. Para llevar adelante esta tarea colocaron, en 40 de sus esquinas, placas recordatorias con sus nombres. Es por ello que desde el 15 de diciembre de 1995, la esquina de la SIGEN tiene una placa en honor a Jovita Luna, famosa cantante y actriz. Justo en frente, cruzando la avenida, se encuentra la dirección "Corrientes 348" que ilustra la estrofa más recordada de “A media Luz”.
Referencias bibliográficas
Clarín/Diario de Arquitectura (2008) Diego Peralta Ramos - SEPRA, diez estudios argentinos, (p.59), Buenos Aires: Clarín/Diario de Arquitectura.
Ortiz, Federico F. (1964) SEPRA, Buenos Aires: Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas.
Grossman, Luis J. (2006) Peralta Ramos en la arquitectura, (p.46), Buenos Aires: Ediciones Infinito.
Edificio Yatahi (1945) Revista de Arquitectura, N° 300, (p. 477).
SIGEN en línea (2006) Publicación interna mensual para el personal de la Sindicatura General de la Nación, N° 13 y 14.